Uno de los problemas más comunes que la población española recrimina al Gobierno (indiferentemente del partido que esté al frente de la administración) son sus leyes. Naturalmente, la existencia de un marco regulatorio es esencial para que la democracia prospere y, a su vez, haya un control. A pesar de ello, gran parte de la sociedad del país mantiene la idea de que hay varias leyes que necesitan un lavado de cara. Es tan fundamental la existencia de leyes como que estas estén actualizadas. Y en esas, en la España de hoy siguen vigentes varias leyes que no se corresponden con la actualidad del país. La Ley del Deporte es una de esas normas que necesitan una profunda reforma.
Dicha legislación data de 1990, y entre otras cosas, está concebida para amparar a los deportistas. La realidad es que, lejos de la premisa inicial, la Ley del Deporte se ha convertido en el dolor de cabeza de varios atletas de élite. «Todos los deportistas federados que participen en competiciones oficiales de ámbito estatal deberán estar en posesión de un seguro obligatorio que cubra los riesgos para la salud (…)», es lo que promulga la norma. Y aunque sobre el papel todo parece muy pintón, la realidad es que hay múltiples deportistas que no cuentan con ese respaldo.
29 AÑOS DESPUÉS, TODO SIGUE IGUAL
Esta Ley viene acompañada de un Real Decreto de 1993 (Seguro Obligatorio Deportivo). De base, lo que determina esta Ley es que, en caso de fallecimiento del deportista, corresponden 6.010,12 euros. Por otro lado, en caso de accidente que acabe en invalidez absoluta/parcial, el deportista percibirá 12.020,24 euros. Y es este último punto el que suscita más dudas. Poniéndonos en el peor de los casos, imaginemos que una persona tiene un accidente practicando un deporte de riesgo y se queda tetrapléjica. Pues bien, percibiría una cuantía ligeramente superior a 12.000 euros. Muchos deportistas no se andan con tapujos y consideran que esto es una «vergüenza». Y es que 2 millones de las antiguas pesetas es una cantidad ínfima para una persona tetrapléjica.
LA LEY MANTIENE QUE LA PAGA PARA LOS LESIONADOS MEDULARES ES DE 12.000 EUROS
Después de 29 años, la Ley nunca se ha actualizado. Y aunque en su momento, 2 millones de pesetas fuese una cantidad considerable, el tiempo pasa, y hoy en día es una cantidad chistosa teniendo en cuenta que el deportista pasa a ser una persona dependiente por el resto de su vida. La Ley del Deporte de 1993 (que sigue vigente) no ampara como debería a los deportistas con accidentes medulares o cerebrales. Es imposible estimar una cantidad que logre cubrir todos los tratamientos del deportista accidentado, pero es evidente que 12.000 euros no es suficiente. No vale justificarlo con que sean casos aislados. Da igual que haya un caso entre 1000. A esa persona que sí le pasa, le lastra por el resto de su vida, y lo único que recibe son 2 millones de las antiguas pesetas y el olvido por parte de la federación y la ley.
UNA VÍA DE FINANCIACIÓN PARA LAS FEDERACIONES
Otro de los motivos que esclarece aún más la necesidad de actualizar esta ley es que las federaciones pueden lucrarse con las fichas de los deportistas. Aunque en primera instancia no tenga mucho que ver, la realidad es que repercute directamente en el porvenir de un deportista accidentado. Aunque cada federación cobra una cantidad distinta por la ficha de federado, prácticamente todas actúan con el mismo ‘modus operandi’. Supongamos que el precio medio de la ficha son 500 euros. Pues bien, del total que el deportista paga, la federación correspondiente destina la mitad a la póliza de seguro, y el resto se lo queda. Dicha Ley remarca que las federaciones pueden utilizar las fichas como una vía de financiación.
LAS FEDERACIONES NO DESTINAN EL TOTAL DE LAS FICHAS A LOS SEGUROS
Es por ello por lo que la paga en caso de accidente grave es tan pobre. Si las federaciones destinasen el total de las fichas a los seguros de los jugadores, quizás la cantidad sería mucho mayor a los 12.000 euros que dan actualmente.
UNA LEY CON DEMASIADOS PUNTOS NEGATIVOS
La Ley del Deporte cuenta con demasiados puntos conflictivos: poco amparo sobre los deportistas, federaciones que se olvidan de los atletas y que, a su vez, se lucran con las fichas, pagas irrisorias para los deportistas accidentados…todo esto en una Ley que supuestamente vela por la seguridad y el buen porvenir de los deportistas de élite.
Aunque en primera instancia podamos pensar que estos casos ocurren a cuentagotas, no debe ser una excusa ni de la Ley, ni mucho menos de las Federaciones. El desentendimiento de las federaciones por los deportistas accidentados es una vergüenza para el mundo del deporte. Se olvidan de que esas personas siguen siendo deportistas a pesar de su lesión.
LUCAS DE ULACIA, EL MEJOR EJEMPLO
Uno de los casos más conocidos del mundo del deporte es el Lucas de Ulacia. El deportista sufrió una grave lesión en marzo de 2019 mientras disputaba una carrera de motociclismo. Desgraciadamente, Lucas tiene una lesión C6 y algo más de un tercio de la médula seccionada. El motociclista es tetrapléjico y le tocó vivir la peor cara del deporte. Además de la lesión, contempló lo desamparados que están los deportistas por parte de las federaciones y de la Ley del Deporte. Al ver la poca importancia que los organismos regulatorios y gubernamentales daban a los deportistas accidentados decidió crear la Fundación Lucas 18. El objetivo: ayudar a aquellos deportistas que están en la misma situación que Lucas.
UNA SILLA ELÉCTRICA TIENE UN COSTE DE UNOS 8.000 EUROS
Casos como el de Lucas de Ulacia evidencian que los deportistas lesionados caen en el olvido una vez sufren el accidente. El motociclista no ha percibido ningún tipo de ayuda, exceptuando los 12.000 euros correspondientes. La situación de Lucas de Ulacia, al igual que la del resto de deportistas con lesiones medulares o cerebrales, demuestra que esos 2 millones de pesetas son una cantidad ínfima. De incio, una silla eléctrica vale unos 8.000 euros. Seguidamente, familiares del motociclista cuentan a MERCA2 que el tratamiento de Lucas cuesta unos 5.300 euros al mes. Además de todo esto, hay que sumar lo que cuesta reformar una vivienda y adecuarla para un tetrapléjico.
UNA REFORMA QUE LLEGA TARDE
A pesar de que están trabajando en una nueva Ley del Deporte, la realidad es que hoy por hoy sigue vigente la norma de 1993. Una legislación desactualizada, anticuada, en la que los deportistas no tienen un respaldo total, que permite que las federaciones se lucren…demasiados cabos sueltos. El Ministerio de Cultura y Deporte debería haber actuado con antelación y haber atendido más a la realidad de tantos deportistas lesionados.
Alrededor de Ley del Deporte vigente afloran las críticas y, sobre todo, las dudas. Son varios los factores que motivan a hacer una profunda reforma de la actual legislación. Y aunque es necesaria, la realidad es que no amparará a los deportistas lesionados. La única esperanza es que sea totalmente efectiva y justa con el deporte.