jueves, 21 noviembre 2024

Coca-Cola salva ‘in extremis’ su dignidad

El conflicto bélico que se está viviendo en Ucrania a causa de la invasión de Rusia está dejando ver las costuras de muchas empresas. Una de ellas ha sido Coca-Cola. La compañía estadounidense decidió desmarcarse del resto de grandes sociedades y ha continuado con sus operaciones en el país liderado por Putin hasta hace apenas unas horas. Esto le ha supuesto un serio golpe a su marca a nivel mundial.

Desde el 24 de febrero se está viviendo una situación que parecía increíble. Según ACNUR, más de 1,7 millones de personas han huido de Ucrania y otro millón permanecen desplazados dentro del país debido al rápido deterioro de la situación y por las acciones militares llevadas a cabo por Rusia en este país. Además, la cantidad de muertos que está dejando la guerra es, todavía, incontable.

Ante estos datos, es intolerable que las compañías extranjeras que operan en Rusia no se posicionen y tengan una posición firme al respecto. Las españolas lo han tenido claro. Inditex, Tendam y Mango han decidido echar el cierre a sus locales y abandonar el país hasta que llegue la paz.

Sin embargo, hay otras que han decidido hacer oídos sordos a los problemas sociales que se está viviendo y ha continuado su actividad normal en el país ruso sin tener en cuenta la situación que están atravesando los civiles. Una de estas empresas ha sido Coca-Cola.

Las redes sociales y las cadenas ucranianas han iniciado un boicot contra Coca-Cola

Durante días, la empresa estadounidense hizo mutis sobre lo que iba a hacer en referencia a su presencia en Rusia. En este tiempo su silencio no llamó la atención, ya que el resto de compañías también estaban evaluando la situación y tomando decisiones al respecto. Sin embargo, Coca-Cola tenía todo más que pensado, no pensaba moverse.

SE QUEDÓ EN RUSIA

Después de un fin de semana en el que multinacionales como Nestlé, Inditex o Tendam hayan anunciado que cortaban sus operaciones en Rusia porque no apoyaban la decisión de su gobierno contra el pueblo ucraniano, a Coca-Cola no le quedó más remedio que dar la cara.

El lunes la compañía estadounidense dedicada a producir los refrescos de cola más conocidos del mundo saliese a afirmar que continuaría su actividad en Rusia a pesar de la invasión de Ucrania. Según informaba la agencia estatal de noticias rusa TASS, una portavoz de la compañía ha anunciado que «todas las instalaciones de operaciones, producción y logística de Coca-Cola en Rusia están en funcionamiento. Somos completamente responsables con nuestros socios, la sociedad y nuestros miles de empleados en Rusia. Nuestra principal prioridad es la seguridad de nuestros trabajadores».

Hay que tener en cuenta que Coca-Cola Hellenic Bottling Company AG es la mayor productora y distribuidora que trabaja para la multinacional en Europa y parte de la estructura mundial de Coca-Cola. Parece que para la multinacional es más importante recaudar dinero que las vidas humanas, todo vale si se siguen llenando los bolsillos. Aunque estos ingresos provengan de apoyar a un sistema que está causando la muerte de miles de personas.

La filial Coca-Cola HBC, que opera en 28 países donde da servicio a 595 millones de personas, posee diez plantas de producción de zumos y refrescos en Moscú y su área metropolitana, San Peterburgo, Samara, Yekaterinburgo, la región de Rostov, Novosibirsk, Krasnovarsk y Vladivostok.

BOICOT A COCA-COLA

Todo acto tiene consecuencia. Las redes sociales han estallado en contra de Coca-Cola pidiendo dejar de consumir esta marca. #BoicotCocaCola fue tendencia en Twitter durante el fin de semana, con el fin de que estas cadenas se pronuncien y no guarden silencio.

Pero no solo las redes, grandes figuras del mundo del espectáculo también se han sumado a este aislamiento de la marca. Uno de ellos ha sido la estrella de Dragons’ Den, Deborah Meaden. La presentadora se encontraba entre la horda virtual de usuarios de las redes sociales que pedían a la gente que boicoteara al gigante mundial de las bebidas por su inacción.

Además de los consumidores, cadenas de supermercados ucranianas se han sumado a este boicot. La más famosa ha sido Novus, que detallo que dejaría de comercializar productos Coca-Cola, incluidos Fanta, Schweppes y agua mineral BonAqua. Además, calificó a la compañía de «sinvergüenza» por seguir «trabajando con los invasores con toda su fuerza».

«Nuestra cadena de supermercados ya no trabaja con la compañía Coca-Cola, que sigue operando en el territorio del agresor» mencionó la empresa en una publicación de Facebook. «Estamos abandonando todos los productos pertenecientes a la marca». Varus también se unió al boicot, citando la «posición oficial de la empresa Coca-Cola de continuar sus actividades en el mercado del país agresor«.

Otra de las cadenas de supermercados que también se han sumado a este boicot ha sido Fozzy Group. El supermercado ha retirando todos los productos de sus estantes y deteniendo todas las próximas entregas. «A partir de hoy, retiraremos todos los productos de las tiendas Silpo, Fora, FOZZY Cash&Carry, Market super Thrash, y detendremos todas las entregas futuras», precisó la compañía.

CAMBIO DE IDEA

Parece que todos estos movimientos tanto sociales como empresariales han hecho mella en Coca-Cola. A las 22:20 horas de ayer, 8 de marzo, la compañía estadounidense anunció la suspensión de sus negocios en Rusia, siguiendo la estela de una larga lista de multinacionales que han decidido dejar el país en respuesta a la invasión de Ucrania.

En un breve comunicado, el gigante de los refrescos dijo que seguirá vigilando y evaluando la situación a medida que evolucionen las circunstancias. «Nuestros corazones están con la gente que está sufriendo los horribles efectos de estos trágicos acontecimientos en Ucrania», señaló la compañía con sede en Atlanta.

Veremos si esta decisión que ha tomado ‘in extremis’ Coca-Cola va a conseguir revertir su mala imagen. Aunque ahora hayan decidido dar marcha atrás a su plan inicial, no se puede dejar pasar que durante más de una semana la multinacional haya continuado con su actividad de forma normal sin preocuparle la invasión. Su marca ya ha salido perjudicada.


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