Todos los emprendedores aspiran a que su empresa llegue lo más lejos posible. Sin embargo, no todo vale con tal de crecer. La experiencia nos demuestra que un crecimiento desordenado puede ser el camino más rápido hacia el fracaso.
Igual que planificas la puesta en marcha de tu negocio a través del plan de empresa, también debes definir muy bien la estrategia de desarrollo. Saber qué vas a hacer, cuándo, cómo y por qué.
3Pérdida de la cultura corporativa
La cultura corporativa es una parte importante de la identidad de la empresa. Define, entre otras cosas, sus valores y la forma en la que se lleva a cabo el trabajo en la misma. Desafortunadamente, un crecimiento demasiado rápido puede hacer que esta se pierda o se diluya.
Cuando una empresa crece muy rápido y amplía su plantilla (con trabajadores o externalizando servicios), suele obviar la transmisión de su cultura para ahorrar tiempo y seguir produciendo. Al final, el resultado es una pérdida de la esencia que hacía única a la marca.