En los pocos días que lleva el mes de marzo, las acciones del Banco Santander han perdido cerca del -7% de su valor incluso cuando en el pasado mes, el banco propuso a la junta general ordinaria de accionistas, el pago de un dividendo complementario en efectivo equivalente a 5,15 céntimos de euro por cada acción, lo que equivale a cerca de 865 millones de euros pagaderos a partir del 02 de mayo de 2022. Esta situación en vez de generar atracción por las acciones del Banco Santander produjo mayor presión a la caída del precio ubicándolo por debajo del área de pánico de mercado, así como de la resistencia semanal que ubicamos a mediados de 2016 en niveles de 3 euros por acción.
Aunque a la entidad le acompañan unos resultados óptimos del ejercicio 2021 con ingresos de más de 46.000 millones de euros, crecimiento del 7% interanual y beneficio atribuido de más de 8.000 millones de euros, no la acompañan la estructura técnica macro que viene precedida de un canal bajista que comienza a formarse desde octubre de 2007 intensificando su caída con la llegada de cada crisis económica mundial.
Desde los 12,7 euros por acción registrados como máximo histórico en 2007, el precio viene realizando nuevos mínimos y máximos decrecientes respetando el nivel superior del canal y adicionalmente, construyendo una nueva directriz bajista interna que comienza en febrero de 2018.
Adicional a la resistencia semanal, el precio visitó la resistencia macro mensual que se registra en 2019 en inmediaciones de 3,5 euros por acción los cuales ha respetado confluyendo con la directriz bajista interna como con las medias móviles exponenciales de 50 periodos de gráfico mensual y de 250 periodos de gráfico semanal. Al mismo tiempo, el precio presentó el índice de fuerza relativa en niveles cercanos a la sobrecompra lo que intensifica la probabilidad de caídas.
De esta forma, es necesario entender que, si el precio en vela de gráfico mensual cierra por debajo de los 2,7 euros, estaría quebrando la regularidad del mercado de gráfico semanal en el 61,8 de retroceso de Fibonacci y al mismo tiempo confirmaría la ruptura del soporte más cercano de diciembre de 2020 en inmediaciones de los 2,8 euros. Este movimiento ejercería mayor presión a la baja en busca de la regularidad del mercado macro en inmediaciones de 2,2 euros por acción lo que representa cerca de un -20% de desvalorización a corto plazo. Esperemos que la exposición de riesgo de Banco Santander en los países del conflicto bélico actual no sea representativa, de lo contrario, las caídas podrían llevarla al nivel inferior del canal que nadie quiere ver.