Cuando compras una casa sin reformar o tras años en tu casa te das cuenta de que es la hora de modernizarla y reformarla, surgen muchas dudas, preguntas y miedos. ¿Cuánto durará la obra? ¿Cuánto me costará? ¿Me sale a cuenta? ¿Mejor hago algo parcial o me meto en una reforma integral?… Hay muchas más, así que mejor resumir y especificar respuestas y consejos para lanzarte con tranquilidad a una reforma. Valdrá la pena ese tiempo de caos momentáneo cuando se vea el resultado, pero para ello hay que escoger bien todos los factores.
1¿POR QUÉ REFORMAR TU VIVIENDA?
Hacer la reforma de un piso, casa o chalet es una decisión que contemplan muchos propietarios, bien sea por necesitar más espacio o por querer modernizar su vivienda. En la mayoría de los casos, este tipo de proyectos terminan por generar más gastos de los estimados, por lo que resulta esencial conocer con la mayor precisión posible los recursos económicos que serán necesarios.
El primer paso antes de empezar a considerar verdaderamente un proceso de reforma es definir la razón por la que se quiere renovar la vivienda, sea de forma integral o parcial. Entre los principales motivos están que el estilo es anticuado, muebles desgastados, revalorización del inmueble para su posterior venta o la sensación de que el espacio es demasiado pequeño. Dependiendo del caso, se requerirá aplicar un tipo de renovación específico.