Uno de los pescados blancos más vendidos y apreciados, por su sabor, propiedades, y también por su precio, es la merluza. Es muy versátil, y se puede comer tanto en ensaladas, como en asados, a la plancha, con salsas, e incluso los famosos fritos y rebozados que se pueden hacer con este pescado. Una de las recetas más populares es sin duda la merluza a la romana, y aquí tienes algunos consejos y claves para bordar la receta y encontrar un sustituto para los ricos calamares a la romana.
1Origen de la merluza a la romana
Existen muchos tipos de tempuras, uno de ellos es la merluza a la romana, que es popular en España. Este pescado frito lleva mucho tiempo entre nosotros, y según se cree, su origen data del siglo XVI. Entonces algunos misioneros jesuitas portugueses fueron a Japón para llevar el catolicismo.
Allí descubrieron la tempura, y comenzarían a freír en tempura también verduras y pescados durante el tiempo de vigilia, lo que le daba más sabor a los alimentos. A la vuelta de oriente, llevaron estas nuevas recetas por Europa.