Iberdrola sigue reforzando su liderazgo mundial en el sector de la eólica marina, esta vez en Massachusetts. El grupo invertirá más de 10.000 millones de dólares en el desarrollo de tres complejos eólicos marinos.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha presentado esta inversión en una reunión mantenida hoy con el gobernador de Massachusetts, Charlie Baker en la que también ha explicado el plan de crecimiento del grupo en Estados Unidos para el periodo 2020-2025, que le permitirá duplicar la capacidad de generación renovable e impulsar la descarbonización del país.
«Nuestros proyectos en Massachusetts serán básicos para hacer realidad el objetivo de Estados Unidos de alcanzar 30.000 MW de energía eólica en 2030, y con ellos generaremos desarrollo industrial y empleo», explicó Ignacio Galán.
Especialmente relevante ha sido el encuentro con la fiscal general del estado, Maura Healey, que ha mostrado su plena satisfacción ante las inversiones de la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán. Además, ha destacado el interés de la empresa española por la tecnología eólica marina, que tiene un gran potencial de crecimiento en el país, donde está previsto alcanzar una capacidad instalada de 30 GW en 2030.
PIONERA EN EÓLICA MARINA
En Massachusetts, Iberdrola está desarrollando 2.800 MW de eólica marina en tres proyectos distintos y está desarrollando una línea de interconexión de 1.200 MW de capacidad para transportar energía hidroeléctrica desde Canadá. En su conjunto, los proyectos de Iberdrola permitirán cubrir con energía limpia y competitiva el 35% de la demanda eléctrica del estado a la vez que contribuyen a crear alrededor de 4.000 puestos de trabajo durante su construcción en los próximos años.
Recientemente ha iniciado la construcción de Vineyard Wind One, el primer gran parque eólico marino del país. El proyecto de 800 megavatios (MW), situado a unos 24 km al sur de la costa de Martha’s Vineyard, generará energía eólica suficiente para cubrir la demanda de más de 400.000 hogares. Además, su puesta en marcha evitará también la emisión de más de 1,6 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, el equivalente a retirar 325.000 vehículos de las carreteras.
Asimismo, en diciembre, Avangrid se adjudicó un contrato para el parque eólico marino Commonwealth Wind, en Massachusetts. El proyecto de 1.232 megavatios (MW), el mayor proyecto eólico marino de Nueva Inglaterra hasta la fecha, supondrá una inversión de 4.000 millones de dólares y creará 11.000 puestos de trabajo. Como parte del proyecto, Iberdrola está promoviendo la instalación de una fábrica de cables submarinos en el estado en el antiguo emplazamiento de una central eléctrica de carbón.
También está desarrollando en la misma área Park City Wind, un proyecto de 804 MW que suministrará energía limpia a los clientes de Connecticut, a la vez que revitalizará el puerto de Bridgeport, sede de la oficina de operación y mantenimiento y almacén de los componentes de cara a la construcción. Se espera que el proyecto esté terminado en 2027.
Por otra parte, la compañía es también propietaria del área de desarrollo Kitty Hawk (2.500 MW), en aguas de Carolina del Norte y Virginia y ha iniciado el proceso de obtención de permisos por parte de la Oficina Federal de Gestión de la Energía Marina (BOEM) para el parque Kitty Hawk North (800 MW), el primer proyecto planteado en esta zona.
IBERDROLA, COMPAÑÍA ENERGÉTICA LÍDER EN EEUU
La historia de Iberdrola en Estados Unidos es una historia de crecimiento. En menos de dos décadas, la compañía presidida por Ignacio Galán no solo ha conseguido cotizar en la bolsa de Nueva York, sino colocarse como uno de los mayores grupos eléctricos del país con activos de 40.000 millones de dólares y presencia en 25 estados. Esto se debe a la importante apuesta que realizó hace 17 años por las energías limpias en el país, donde ya tiene instalados cerca de 10.000 MW de energías renovables dando servicio a una población de casi 10 millones de personas a través de 8 compañías de distribución en los estados de Nueva York, Connecticut, Maine y Massachusetts propietarias de una red de 170.000 kilómetros”.