Está claro que estamos en una nueva época, y que si Internet cambió nuestras vidas, las nuevas vueltas de tuerca del Internet de las cosas y de la digitalización ya de toda nuestra vida diaria afecta también al consumo o a los bancos. Pero mientras muchos jóvenes y gente de mediana edad confía ya en banca online, los más mayores quieren seguir yendo a su sucursal de toda la vida, conocer a su cajero y realizar todos los trámites en persona. Problema: que eso ya no es rentable para la banca, que cierra miles de ellas. La queja de nuestros mayores ha ido creciendo y el sector ha tenido que reaccionar con una ampliación de horario y nuevas medidas.
7TERCER FRENTE: EL DIGITAL
Aún así, la revolución digital es inevitable y los mayores tienen que familiarizarse con ella, al menos en lo posible, porque en uno u otro momento la deberán de usar. Por eso los bancos también transformarán cajeros, aplicaciones y webs para que se adapten a los mayores, con un lenguaje y visualización sencilla.
De todas formas, estos podrán acudir a talleres y seminarios que organizarán los bancos para enseñarles a manejar todas estas aplicaciones y herramientas que para nosotros nos resultan ya naturales, pero que para ellos es todo un reto y una incomodidad, cuando no una barrera para hacer sus gestiones.