Llegó la recuperación, al menos parcial, tras el parón de 2020 a causa de la pandemia, pero han surgido consecuencias de que gran parte de esa recuperación haya sido a base de estímulos artificiales y descontrol de gasto, lo que deriva en una deuda cada vez más inasumible. Y una de ellas es la inflación y la subida de tipos para controlarla. Hacía mucho que los tipos de interés no eran noticia, ya que estaba bajo mínimos, llegando casi al punto de que te cobraban por guardar dinero. Ahora ya no es así, con tipos en máximos históricos, como la inflación. La peor noticia para los que tienen hipoteca, pero no todos, sino los que tienen la variable. Todo tiene arreglo…
4SI EL BANCO SE NIEGA O NO INTERESA, LA SUBROGACIÓN
Si esto ocurre, se puede recurrir a la figura comentada antes, una subrogación con otra entidad. Esto es cambiar la hipoteca de banco para conseguir condiciones más beneficiosas. Veamos los costes concretos: Comisión máxima del 0,15% los tres primeros años (nada en los posteriores), gastos de notaría, gestoría y registro, y abono de la tasación de la vivienda. Es necesario al habernos cambiado de entidad.