Una startup que ayuda a conseguir financiación para otras startups, con el fin de que estas puedan acceder a sus ingresos futuros antes de tiempo, con todas las ventajas que ello conlleva. Definir lo que hace Capchase de esta manera suena sencillo, aunque tiene su miga.
Esta compañía creada por Miguel Fernández Larrea, Luis Basagoiti Marqués, Ignacio Moreno Pubul y Przemek Gotfryd, ha desarrollado un algoritmo que permite saber con bastante exactitud la facturación de una empresa emergente. Se conectan a los sistemas de dicha compañía, visualizan las métricas y proyectan a futuro de manera automática para entender qué puede pasar con ella. Lo hacen en el marco de la economía recurrente o de suscripción.
Es decir, es una fórmula de financiación que no es apta para todo tipo de startups, sino solo para aquellas que tiene una estimación muy certera de sus ingresos de cara a 12 meses, al contar con un modelo de suscripción que supone un pago mensual, trimestral o anual.
«Si somos capaces de predecir que una empresa va a facturar un millón de euros durante los siguientes meses, les facilitamos acceder a parte de ese dinero a día de hoy, lo cual pueden reinvertir en crecimiento y que en lugar de 1 millón obtengan 1,2 millones. Asi se van convirtiendo en una especie de bola de nieve que va a acelerando y acelerando», explica Miguel Fernández, CEO y cofundador de Capchase.
Capchase trabaja únicamente con empresas basadas en la suscripción que se dedican al ámbito del software
Como base de todo este modelo han creado una estructura de deuda sustentada en fondos de capital privado, hedge funds y fondos de pensiones. Ese dinero es el que le dan a los clientes. Estos útimos a medida que ingresan lo previsto les permiten devolver los fondos a los ‘mecenas’ originales.
Dependiendo del tipo y tamaño de la empresa a la que financian Capchase se lleva una comisión que oscila entre el 2% y el 10%. Esta es su vía de monetización.
El máximo responsable de la startup reconoce que su sistema no es infalible al cien por cien y tienen casos de clientes que pueden llegar a engañarlos o incluso cuyo futuro acabe siendo bastante más aciago del que había pronosticado su tecnología. «A veces nos pasa. Alguna hay, pero bueno, así funciona el riesgo. En general va increíble el rendimiento».
Capchase trabaja únicamente con empresas basadas en la suscripción que se dedican al ámbito del software. «No hacemos ecommerce ni nada de eso», aclara. En este ámbito hay compañías de todo tipo, como CRM, plataformas de videollamadas, business inteligence, etc.
El año pasado facilitaron 1.600 millones de dólares a unas 3.000 startups. El 80% de las mismas pertenecen a EE.UU y un 20% a Europa. Capchase habría ayudado a financiarse también a unas cuantas empresas españolas, habiéndolas proporcionado hasta la fecha unos 100 millones de euros.
La compañía ha presentado recientemente otro servicio llamado Capchase Expense Financing para completar su portfolio que permite diferir gastos. Si las startups tienen una factura inesperada, en lugar de pagar por adelantado, pueden hacerlo a través de Capchase en plazos (3, 6, 9 y 12 meses). Este servicio ofrece a las empresas flexibilidad para asumir grandes gastos sin agotar su caja. Esto puede resultar muy útil para pagar temas legales, inversiones en marketing, nóminas de los empleados, etc.
Además, su herramienta se ha integrado en Amazon Web Service, por el cual las startups de que usan el servicio en la nube de la firma de Jeff Bezos pueden beneficiarse de las ventajas de Capchase.
ADN español, pero espíritu yanqui
Capchase es un caso bastante poco frecuente en el ámbito del emprendimiento en España. En poco más de un año y medio ha logrado recaudar 470 millones de dólares y está a las puertas de engrosar la lista del reputado club de los unicornios. Pese a que tres cuartas partes de sus co-fundadores son españoles, su sede principal está en Nueva York y su nacimiento tiene mucha que ver con la presencia de varios socios al otro lado del charco.
El confinamiento fue el espaldarazo para crear la startup. No obstante, el emprendedor revela que llevaban trabajando en la compañía desde enero de 2020 y habían comenzado a investigar en el sector en agosto de 2019.
Cuando surgió la idea Miguel y otros cofundadores estaban estudiando en Harvard un MBA. Miguel junto con Luis se pusieron a tantear el mercado. «Empezamos a mirar ideas entre la intersección de fintech y SaaS (Software as a Service) y después de ir probando diferentes cosas en enero se unieron Ignacio y Przemek al equipo en mayo de 2020». Ya con los cuatro cofundadores, en un par de meses levantaron su primera ronda.
Fernández cuenta que la pandemia les resultó muy positiva ya que pasaron de «hacer un montón de cosas a de repente no poder hacer nada. Al estar confinados de repente teníamos mucho tiempo para focalizarnos y hablar con mucha gente y clientes. Estaban mucho más disponibles al estar ellos también en casa».
«Ahora mismo tenemos gente en doce países y contamos con cuatro oficinas»
Miguel, Luis e Ignacio se conocían previamente, habiendo trabajado juntos en la misma empresa (Geoblink) y esta relación les facilitó la operativa de montar algo juntos a distancia. Przemek había conocido al primero en Harvard y se sumó al proyecto, aunque no coincidió presencialmente con Ignacio y Luis hasta diciembre de 2020, «con seis meses de aventura ya». Así, Capchase se fraguó mediante videollamadas de Zoom con dos co-fundadores en EE.UU y otros dos en Europa (España y Francia).
En un principio comenzaron a contratar el equipo, principalmente la parte de ingeniería, en el Viejo Continente y más adelante buscaron plantilla en EE.UU. Ahora mismo tenemos gente en doce países y contamos con cuatro oficinas, en Nueva York, Londres, Madrid y Barcelona. Su plantilla actuall supera ya los 100 empleados y gran parte (unos 40) están radicados en España. Recientemente, la empresa se ha expandido a los países nórdicos y apenas hace un par de semanas han llegado a Holanda y Bélgica.
Con el Tío Sam de la mano es más fácil
El CEO de Capchase es consciente que gran parte de su ascenso vertiginoso hay que achacárselo a su vinculación con el ecosistema estadounidense, un mundo al que la mayoría de emprendedores españoles no tiene acceso cuando arancan. «Por un lado te da un mercado mucho más grande, porque en cuanto a software y a startups el mercado americano es como dos veces y medio que toda Europa entera, con una misma ley, un mismo idioma, un mismo sistema, etc».
Además, Fernández subraya que en EE.UU «hay muchísimo más capital para montar ideas. Si tienes un equipo con ganas y una idea buena lo más probable es que consigas dinero, suficiente al menos para probar la idea. Y con esto me refiero a mínimo un par de millones de dólares».
El consejero delegado de Capchase explica que en otros mercados más pequeños, como España, «si no tienes tracción te van a dar muy poquito dinero y con eso todo se dilata en el tiempo más». Para Fernández la ventaja de crecer de manera explosiva es que tomas una gran ventaja en el negocio, que hace que sea mucho más complicado para los competidores entrar.
Con su presencia de base en EE.UU no han necesitado tirar de fondos de capital riesgo españoles para ese impulso. De hecho, hay poco capital español en la empresa en relación al total. «Tenemos algún angel español, pero con poquita cantidad», cuenta Miguel.
Entre los principales inversores de la startup están Caffeinated Capital y QED Investors, «que son los números uno en fintech» y han invertido en otras compañías españoles como Flywire. También está Bling Capital, con tradición inversora en Palantir, Square, etc. Igualmente, ha apostado por ella SciFi VC, con Max Levchin, co-fundador de PayPal y Affirm, y su mujer.
Estar cursando un MBA en Harvard también fue decisivo para este rápido despegue de Capchase. «Los profesores de la universidad nos ayudaron muchísimo para conocer a clientes, expertos y validar la idea. Además, simplemente estar allí, te abre mucho las puertas para hablar con gente. Cuando saben que has dejado Harvard para montar esto, la gente dice ‘uy, aquí hay algo interesante'».
El rápido crecimiento de una startup en un año y medio hasta el punto de ser casi unicornio puede ser difícilmente digerible para un emprendedor y hacerle perder la perspectiva. No obstante, los co-founders de Capchase tratan de mantener los pies en la tierra.
«Nuestro objetivo es ayudar a las empresas de software a automatizar todo lo que toque un euro»
«Nosotros tenemos muy presente esa frase romana de ‘Memento Mori’ para recordarnos que somos mortales. Da igual que la gente que levantemos todo el dinero del mundo y la gente crea que somos el número uno. Todavía es el día 1 y está todo por probar», asegura Fernández. En este sentido, el objetivo de la compañía no es tanto inflar su valoración, como «crear algo que realmente tenga valor y que persista en el tiempo». Para él un gran error es confundir el éxito en una valoración con el éxito comercial.
El futuro de Capchase
La última ronda de financiación de la compañía, de series C, se cerró a mediados de enero. Gracias a estos fondos podrá continuar expandiéndose a nivel internacional y mejorar su producto.
«Nuestro objetivo es ayudar a las empresas de software a automatizar todo lo que toque un euro, desde la financiación a la gestión de ingresos, la gestión de gastos, la gestión de tesorería. Por ello estamos lanzando varios productos este año para ayudar con eso. El primero de todos que lanzamos hace tres semanas es una API para que otras empresas puedan ofrecer Capchase a sus clientes», comenta Fernández.