Las ayudas que el Gobierno ha dado a autónomos y empresas durante la crisis derivada de la pandemia van a tener consecuencias a largo plazo. Una de ellas es la prohibición de despedir, que en algunos casos se extenderá durante más de dos años.
Medida que se aplicará solo a aquellos empleadores que se hayan acogido en varias ocasiones a las prórrogas de los Expedientes Temporales de Regulación del Empleo o ERTES. Y cuyo incumplimiento puede dar lugar a importantes sanciones.
7Se pueden acumular hasta 30 meses de prohibición
La situación es especialmente delicada para aquellos empleadores que hayan tenido empleados acogidos a un ERTE a lo largo de las diferentes prórrogas que se han ido produciendo. Porque esto puede alargar la prohibición de despedir durante 30 meses.
Esto quiere decir que hay empleadores que no van a poder despedir a ninguno de sus empleados hasta mediados del año 2024. Una situación especialmente complicada, máxime si tenemos en cuenta que la recuperación económica está tardando en llegar más de lo esperado.