Desde hace años el entramado empresarial, cuando no hay cámaras ni grabadoras encendidas, se cuestiona la fiebre sostenible del ámbito privado. La realidad es que este auge no es artificial, o al menos no tanto como aparenta, puesto que mueve dinero y, lo más importante, su aplicación ayuda a que dicho flujo sea más rápido.
En concreto, los bonos vinculados a los aspectos sociales y medioambientales han supuesto alrededor de una cuarta parte de la emisión de bonos corporativos no financieros en Europa el año pasado, en comparación con sólo el 8% en 2020, en medio de una aceleración de la captación de fondos vinculados a la sociedad y la sostenibilidad en el segundo semestre.
Esta situación, según explican fuentes del sector a MERCA2, irá a más en los próximos meses. De hecho, este ha sido el motivo de conflicto entre Bruselas y España a raíz de la taxonomía verde donde se quiere incluir a la energía nuclear y el gas. Y es que la importancia en la financiación es vital para lo que se quiere vender a los inversores.
De esta forma, el crecimiento de las emisiones de bonos vinculados a aspectos sociales y a la sostenibilidad superó el crecimiento de la emisión de bonos verdes, con un volumen combinado que se duplicó el año pasado en comparación con 2020. Como proporción de los bonos corporativos lanzados al mercado, la emisión vinculada a temas ESG se situó en el 29% en el cuarto trimestre, ligeramente por encima del 28% del tercer trimestre de 2021, lo que elevó la cuota del segmento al 24% en todo el año.
UNA LOCURA A NIVEL MUNDIAL
La emisión de bonos vinculados a criterios ESG se ha disparado a nivel mundial, especialmente en Europa y Asia, y es probable que esta última supere a Europa en volumen absoluto en 2022″, afirma Eugenio Piliego, analista de Scope Ratings. En Europa, el crecimiento de la cuota de los bonos ligados al ESG debería ralentizarse en los próximos trimestres.
«El impulso de la emisión vinculada a criterios ESG se estabilizó en el cuarto trimestre de 2021, una tendencia que sugiere que las emisiones de este tipo de bonos podrían estabilizarse en torno a un tercio de la emisión total este año», dice Piliego.
En medio del fuerte aumento de los volúmenes de bonos corporativos vinculados a criterios ESG en 2021, han surgido emisores en más sectores, además de los servicios públicos y el sector inmobiliario, en los que este tipo de emisiones se han convertido en algo recurrente, representando entre el 15-20% de las nuevas emisiones. Los emisores italianos y británicos han alcanzado a los de otros países europeos, aunque las empresas con sede en Francia siguen dominando en términos de volumen.
La empresa italiana de servicios públicos Enel (10.100 millones de euros), Teva Pharmaceuticals (4.300 millones de euros), Electricité de France (3.100 millones de euros) y ASTM (3.000 millones de euros) fueron los principales emisores el año pasado.
«Las utilities y las inmobiliarias siguieron siendo los emisores de bonos vinculados a criterios ESG más activos por volumen en 2021, con un 56% del total, en línea con el año pasado, pero notablemente por debajo de los niveles anteriores a 2019, ya que otras empresas han aprovechado el mercado», afirma Klaus Kobold, analista de Scope. Las utilities han dominado la emisión de crédito ESG en Europa, pero las empresas inmobiliarias se están acercando.