sábado, 23 noviembre 2024

Argelia no se fía: vigilará la llegada de gas a Marruecos desde España

El gas sigue en la diana de gobiernos de medio mundo. La crisis energética afecta a todos los ámbitos de las economías domésticas y empresariales y, sobre todo, a la imagen de los políticos que siguen sin encontrar soluciones. Uno de los países que no tiene problemas con el gas es Argelia, el principal suministrador de este combustible a España. Como buen productor de gas que se precie hace negocio con su venta pero también lo utiliza como arma estratégica. Por eso se mantendrá vigilante para que ni un ápice de ese gas que transfiere a España llegue después a Marruecos, país con el que rompió relaciones hace meses.

Marruecos tradicionalmente se abastecía del gas argelino, utilizando el gasoducto Magreb-Europa, que también llegaba a España. Desde que el 1 de noviembre de 2021 Argelia decidiera cerrar ese gasoducto, el Gobierno español está obligado a traer más gas en barcos metaneros y los marroquíes están buscando una solución para conseguir el gas necesario para abastecer a sus centrales de ciclo combinado.

La idea que más tentadora es comprar gas natural licuado a países como EEUU o Qatar, y hacerlo llegar a sus centrales a través de España, donde ese GNL sería recibido en los barcos metaneros, tratado en una de las seis plantas regasificadoras que existen en la actualidad en la geografía nacional y después trasladado al reino alauita a través de la parte del gasoducto Magreb-Europa que une los dos países.

Esta medida no es del agrado de Argel, donde desconfían de que parte del gas que ellos hagan llegar a España acabe recalando en su país vecino, con el que mantienen un enfrentamiento. De hecho, desde Argelia se advirtió al Gobierno español: no se consentiría en ningún momento que ocurriera eso, y que una acción así podría suponer un conflicto entre gobiernos.

La aceptación por parte del Ministerio para la Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera de la propuesta de la ministra marroquí de Transición Ecológica y Desarrollo Sostenible, Leila Benali, de acordar esa ayuda, ha hecho saltar las alarmas en Argelia, desde donde no se fían de que finalmente algo de su gas no acabe llegando a Marruecos. Por eso, se mantendrán vigilantes ante las transacciones de gas que se realicen desde España a Marruecos cuando comiencen a llevarse a cabo los servicios acordados entre Madrid y Rabat.

CENTRALES DE CARBÓN

Hasta ahora, en los últimos tres meses, Marruecos ha salido del paso gracias a la intensificación de la actividad en sus centrales térmicas de carbón, paliando con una mayor producción, la carencia de gas. De esta forma ha cubierto las necesidades de electricidad del país.

Por otro lado, desde ya unos años, el país norteafricano está tratando de impulsar fuentes de energía renovables. Desde el año 2020, dispone de más energía eólica que cualquier otro país en el Medio Oriente y el norte de África, pero como pasa en la gran mayoría de países del mundo, las energías renovables todavía no son suficientes como para abastecer toda la demanda eléctrica.

LAS REGASIFICADORAS ESPAÑOLAS, FUNDAMENTALES

El actual panorama geopolítico mundial otorga cada vez más protagonismo al gas natural licuado, no solo en España, sino en la mayoría de los países europeos, y también en Marruecos también, donde confluyen factores relacionados con el conflicto Rusia-Ucrania con los intereses políticos de Argelia.

El gas natural licuado (GNL) llega a los puertos españoles, a 160 grados bajo cero, pasa a unos enormes tanques, y luego se regasifica y se inyecta en el sistema general de gasoductos de España, para repartirse por todo el país. A partir de ahora también se repartirá a Marruecos, y puede que a algún que otro país de la UE.

De entre todas las plantas regasificadoras que se reparten por las costas españolas, la que mayor cuota de utilización presenta actualmente es la de Reganosa, en la localidad coruñesa de Mugardos. Esta es la planta que más creció el año pasado, concretamente un 25%.

En Reganosa se descargaron unos 25.000 gigavatios hora, con lo que se podría suministrar energía eléctrica a unos siete millones de hogares españoles durante todo un año.

MARRUECOS PREPARA UNA TERMINAL FLOTANTE

Marruecos no posee en la actualidad ninguna infraestructura para recibir GNL ni ninguna regasificadora, algo que intenta solucionar con la construcción de una serie de terminales flotantes.

El primer movimiento en este sentido será la instalación de una terminal de gas (GNL) y una unidad de almacenamiento flotante y de regasificación que se está proyectando en el puerto de Mohammedia, situado entre Rabat y Casablanca, según informó Leila Benali. Este puerto posee la refinería de petróleo más grande del país.

En plena convulsión global, todos los países están volcados en desarrollar una estrategia energética eficiente dentro de un panorama geopolítico mundial que está cambiando y generando una lucha de fuerzas en la que posicionarse bien supondrá reducir la dependencia energética exterior y reforzar la imagen de país.


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