El origen de los acueductos se remonta a las civilizaciones más antiguas de Oriente Medio, aunque fueron los romanos quienes llenaron el paisaje Mediterráneo de estas grandes construcciones. España fue uno de los países donde el Imperio Romano levantó más acueductos para transportar el agua desde los ríos cercanos.
Algunos tenían tal envergadura que la autoría de su construcción se achacaba al diablo. Con el tiempo dejaron de utilizarse, y muchos de ellos se quedaron en estado ruinoso, dejando ver tan solo una parte de lo que fue su esplendor.
4ACUEDUCTO DE MÉRIDA
Mérida es otra de las ciudades con grandes vestigios de cultura romana, así que tampoco podía quedarse sin su propio acueducto. El Acueducto de los Milagros recibió ese nombre porque se mantenía en pie después de 2.000 años de su construcción, y parte desde el embalse de Proserpina, a 12 km de la ciudad de Mérida.
Una gran parte del tramo recorre una galería subterránea. La parte mejor conservada en el exterior es la que se encuentra en la entrada de la ciudad por el Cerro del Calvario, encima del río Albarriego, con unos 25 metros de altura. También es del siglo I y cuenta con simbología grabada para proteger a la ciudad.