El sector del ‘delivery’ se encuentra en un proceso de cambio. La salida de uno de los grandes operadores como era Deliveroo, la entrada en vigor de una nueva normativa y la llegada de nuevos competidores, está haciendo que Glovo, Just Eat y Uber Eats vean tambalear su reinado. Sin embargo, este cambio de planes cada una lo está llevando de una manera diferente.
Cuando en el verano de 2021, el Ministerio de Trabajo y Economía Social hacía pública la entrada en vigor de la Ley Rider los principales actores de reparto a domicilio en España movían ficha. Deliveroo fue el más tajante y, tras no conseguir ser rentable en nuestro país, decidía salir del mercado patrio ante la subida de costes que le iba a suponer cumplir la ley.
Con esta salida, Glovo, Just Eat y Uber Eats se frotaban las manos pensando en que la porción de la tarta que se había quedado sin dueño se la podrían repartir entre ellos. En concreto, era la compañía española la que esperaba sacar mayor tajada ya que el 58% de los clientes de Deliveroo lo eran también de Glovo y el 37% de los usuarios compartidos entre ambas compañías no usaban ni Uber Eats ni Just Eat.
Sin embargo, en los meses que han transcurrido desde que entrase la normativa, el papel que han jugado estos tres gigantes ha sido muy diferente. Del trío, Glovo es el más mediático. Tanto la compañía como su CEO, Óscar Pierre, han copado multitud de titulares y textos en los medios de comunicación. En contraposición, están Just Eat y Uber Eats, que tienen un perfil mucho más calmado.
La discreción de Uber Eats hace que se reduzcan las críticas por la aplicación de la ley
UBER EATS, LÍDER EN CUOTA DE MERCADO
De las dos, destaca la discreción absoluta de Uber Eats. La compañía californiana sigue una línea basada en el silencio, dejando que sus dos principales rivales sean los que se lleven los focos. Por el momento, parece que esta estratagema está siéndole muy útil.
Según los datos del tercer trimestre de 2021 recogidos por Smartme Analytics, en su último estudio ‘Informe General Mobile’, Uber Eats es la aplicación que tiene una mayor cuota de mercado. En concreto, la compañía de ‘delivery’, a través de su aplicación, es la líder con un 26%. De esta manera, la empresa estadounidense se adelanta considerablemente a Glovo, que tiene un 21,7%, y a Just Eat, con un 17,2%.
Pero no solo eso, este estudio afirma que Uber Eats es la tercera app en cuota de mercado de España, solo por detrás de Burger King y McDonald’s, respectivamente. La compañía ha conseguido recolectar estos buenos datos a pesar de que la cuota de todas ellas haya bajado considerablemente en estos últimos tres meses.
Su posición en el mercado español es realmente sorprendente, teniendo en cuenta que prácticamente no se promocionan y buscan mantenerse en un segundo plano mediático.
Sin embargo, donde mayor tajada está sacando Uber Eats del hecho de pasar desapercibido es en todo lo relacionado con la Ley Rider. Desde agosto, la compañía con sede en San Francisco afirmó que todos los repartidores que utilizasen su aplicación contaban con contratos de trabajo y beneficios asociados. «A partir de ahora, consultaremos con los repartidores para entender el impacto de estos cambios y reevaluar la situación a su debido tiempo», explicaba la empresa de reparto con la entrada en vigor de la norma.
NO SE ADAPTA A LA LEY RIDER
Uber Eats, lejos de contratar a sus repartidores, lo que ha hecho es contratar los servicios de varias empresas especializadas en el reparto de última milla para adaptarse a la ley rider. En concreto, estas empresas son Deelivers, Closer Logistics y Delorean Transport.
A pesar de la buena fe de la empresa, no es precisamente esto lo que buscaba conseguir la Ley Rider. Es por eso que ambas empresas, Glovo y Uber Eats, han sido denunciadas en reiteradas ocasiones desde el pasado 12 de agosto, fecha en la que entró en vigor la normativa. Estas empresas de reparto, con este modelo de subcontratación, podrían incurrir en una cesión ilegal de trabajadores.
De entre todas las compañías, los ataques por parte de la prensa y sociedad han estado más centrados en Glovo. Por su parte, Uber Eats afirma a MERCA2 que «hemos adaptado nuestro modelo de negocio a la Ley Rider, que establece la obligación de que los repartidores tengan un contrato de trabajo. Desde el 12 de agosto, todos los repartidores que usan la plataforma de UberEats son empleados de nuestras flotas colaboradoras».
Tres empresas y cada una con una estrategia diferente. Esas son las armas con las que se valen para conseguir ser la líder del país y conseguir la tan ansiada rentabilidad en el mercado español. A igualdad de precios, las tres tienen un ticket medio que ronda los 22 euros, el calado que hagan en los consumidores va a ser lo que decante la balanza a favor de una u otra. Por el momento, Uber Eats prefiere jugar el papel de empresa secundaria, algo que le está saliendo muy bien.