La industria española desconfía de la gestión y ejecución de los fondos europeos. Las ayudas públicas de Bruselas vendieron como la panacea, el maná para volver a la senda de la recuperación. Sin embargo, su ejecución está dejando numerosas dudas. En Cataluña, por ejemplo, sólo se han ejecutado el 21% de los fondos Next Generation; para España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha prometido a lanzar 17.000 millones para los próximos seis meses.
Este montante no se puede repartir al libre albedrío, sino que para recibirlos hay que cumplir con una serie de requisitos. No obstante, la industria considera que no llegarán de la forma adecuada. Así lo destacan el 74% de los más de 3.500 ingenieros encuestados en el quinto barómetro industrial elaborado por el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España.
La industria considera necesario eliminar «cierta burocracia» para acceder a los fondos europeos. «Los industriales son responsables y el dinero debería llegarles directamente para invertirlo en la economía productiva», han asegurado los autores de este estudio. Y es que, ponen el foco en la deslocalización de la industria, que ha provocado el desabastecimiento y la pérdida de producción en sectores estratégicos.
OPOSICIÓN A LA FOMAR DE REPARTO DE LOS FONDOS EUROPEOS
«España se auto obligó a comprometerse con los fondos europeos», ha indicado el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, a preguntas de MERCA2. «Se puede discutir el modelo, pero se titubeó sobre la forma de gestionar», ha considerado. En este sentido, el Gobierno optó primero por un reparto centralizado, pero las dudas asaltaron a la oposición y llegaron a Bruselas por beneficiar a las Comunidades que gobierna el PSOE.
Después, se ha hecho el reparto por Comunidades Autónomas, y ha sucedido exactamente lo mismo, con un mayor montante a las regiones socialistas. Además, ha criticado que el Gobierno está pecando de «voluntarista» con los fondos europeos, una situación que debe «resolverse rápidamente» ante la falta de proyectos aprobados.
Por este motivo, la situación actual no ha sido provocada por la pandemia, sino que venía de años atrás. La aparición del covid-19 tan sólo ha aflorado este escenario, como pasó con el accidente del Ever Given, que bloqueó durante días el Canal de Suez. «Era todo un presagio«, ha explicado Salvador Marín, autor de este estudio. El directivo ha puesto de manifiesto la necesidad de «producir en el mismo país donde se consume» o bien, lo más cerca posible.
LA INDUSTRIA SUEÑA CON EL 20% DEL PIB TRAS UNA RÁPIDA DESLOCALIZACIÓN
Por ello, han incidido en la necesidad de emprender políticas fiscales que lo permitan para conseguir de nuevo un mayor peso de la industria en el PIB. El peso de este sector en la riqueza generada ha caído con fuerza desde el 2000, hasta situarse en el 16% del total y con 2,6 millones de trabajadores, el equivalente al 12,5% del empleo total en España. El objetivo de la industria es alcanzar el 20% del PIB de España, en línea con la meta fijada por la Comisión Europea en 2017. Según Bruselas, la solidez industrial en Europa es clave para la prosperidad, pero para ello hay que fomentar la competitividad, la innovación y el emprendimiento.
Sin embargo, desde hace años la industria se ha desplazado hacia otros países, especialmente China, Vietnam e India para producir, provocando así la deslocalización de firmas, especialmente las grandes y en particularmente en la manufacturera debido al importante ahorro de costes que conlleva. Ahora, los cuellos de botella han provocado incluso el parón en algunas fábricas debido a la falta de componentes que se fabrican en China.
LA PRODUCTIVIDAD, PRINCIPAL PROBLEMA EN LA INDUSTRIA EN ESPAÑA
Asimismo, la productividad de la industria en España es muy inferior a la registrada en Italia y Alemania. En ambos países europeos, se registra una mayor estabilidad, con empresas más grandes y con un mayor rendimiento que en España. Por ejemplo, España tiene 194.000 empresas industriales, frente a las 275.000 alemanas, pero éstas, además, son más grandes. En Italia existen el doble de empresas. «No podemos estar por debajo de Italia, Francia y otros países», ha afirmado.
Desde hace décadas se ha intentado abordar el problema, pero aún no se ha dado con la solución. Para las empresas, es fundamental apostar por la formación profesional, así como mejorar la financiación para estas empresas. «Queda aún muchísimo recorrido por hacer«, ha admitido. «Vamos lentos», ha remachado Pich sobre la ley de la FP que está paralizada en el Senado. «La universidad debe hacer un esfuerzo para conectarse con el mundo empresarial, y no al revés», ha afirmado. Así, ha considerado que deben ser los centros educativos quienes se amolden a los horarios de trabajo de las empresas.
LA INDUSTRIA PIERDE PESO EN CATALUÑA
Por otro lado, algunas Comunidades Autónomas están registrando un mayor peso industrial respecto a la economía nacional. Este grupo está formado por Navarra, La Rioja, País Vasco, Aragón, Cantabria, Cataluña y Castilla y León. Sin embargo, desde 2009, Cataluña y otras regiones han perdido peso. De hecho, según Marín, el peso de la industria en el PIB nacional es relativamente bajo y cree que debería incrementarse al ser un sector «necesario» para España al ser un empleo de alta calidad y ser crucial para la cadena de producción de numerosas empresas. Para Pich, es urgente que se tenga en cuenta la voz de la industria en la toma de decisiones, como en la eliminación de peajes. Aún así, ha comentado que «no todo puede arreglarse de golpe«.
Otro de los problemas de la industria, especialmente la electrointensiva, radica en los altos precios de la electricidad y el incremento del precio de las materias primas. Para Pich, era crucial una estrategia común, como el almacenamiento de gas, pero con una explicación de peso a la sociedad, que se ha pensado que estábamos en una «situación de fantasía». «Hay que tomar decisiones estratégicas de cara al medio y largo plazo», ha considerado.
EL 74% DE LOS INGENIEROS CREE QUE LOS FONDOS EUROPEOS NO LLEGARÁN
El estudio muestra la radiografía y las principales preocupaciones de la situación de las empresas industriales en España, independientemente de su tamaño. Con la pandemia, el 30% de los trabajadores en la industria se han visto afectados por el ERTE, y tan sólo el 19% ve una situación «muy buena» para el sector, aunque el 47% la considera positiva. El 7% ve una situación negativa.
Por otro lado, para el 39% de los ingenieros, cree que el covid-19 ha afectado a la empresa, mientras que para el 53% no ha afectado la crisis sanitaria. De esta forma, el 72% espera mantener su puesto de trabajo y sólo el 47% cree que mejorarán sus condiciones laborales en la empresa.
