Las asociaciones con nombres de ciudades emblemáticas en el naming de las marcas han tenido un creciente protagonismo en los últimos años, esto se debe -entre otros factores- a que las ciudades y las marcas forman un dúo que pueden beneficiarse mutuamente. Las marcas buscan a través del city-branding una estrategia de diferenciación y de valor añadido que les provea de una ventaja competitiva; y las ciudades usan esta unión como altavoz de su cultura, historia, personalidad, valores, etc.
La creación y desarrollo de la asociación marca-ciudad puede ayudar a la marca a identificarse y relacionarse con aquellos valores que se quieren representar junto con la ciudad elegida, ya sea su ciudad de origen, la sede de sus oficinas generales, la que representa más beneficio para su negocio, donde abrió su primera tienda, o muchos otros motivos que unen especialmente a una marca con una ciudad.
El uso del city-branding tiene la ventaja de ser una herramienta que permite defender los valores de la marca, así como de mejorar la posición del mercado de una ciudad en turismo, inversión o comercio. Esta unión puede tener muy buen futuro siempre y cuando sean concebidas como alianzas estratégicas a largo plazo, y no solo como acciones de naming en las que el nombre de la ciudad y la marca del producto figuren juntos.
Por ello, los mensajes a transmitir por parte de la marca y de la ciudad, deben de ir de la mano y el mismo sentido, si una marca quiere expresar romanticismo y sofisticación, acudirá a Paris como principal asociación; si lo que se desea es comunicar cosmopolitismo y actividad frenética, Nueva York sería la elección clave.
Hay muchas otras ciudades de referencia en el mundo del city-branding, cada una de ellas con su significado y su mensaje a trasmitir. En Alemania el sector de la ingeniería o el de la automoción son sinónimo de éxito, bien lo saben marcas como Bosch o Porche. Italia, en especial Milán, es la ciudad de la moda y el diseño.
España no se queda atrás, en su caso la asociación al turismo, la cultura y la gastronomía es clave principal, aunque cada ciudad adquiere un papel con mayor personalidad, desde hace años Barcelona ha ido adquiriendo el papel de ciudad de moda, bien lo saben Mango o Desigual. Asturias por su parte se ha mostrado como una ciudad sostenible y un ‘paraíso Natural’.
Aquí te dejamos algunos ejemplos de ciudades que han sido elegidas por marcas emblemáticas para ser asociadas a sus namings con el objetivo de reforzar su identidad:
Paris, la capital francesa es inspiración para sectores de la moda y el cosmético. Como referencia podemos encontrar marcas como Hermès Paris, que toma como referencia esta ciudad donde fue fundada en 1873. Por otro lado, estaría L’oreal compañía de cosméticos y belleza francesa con sede en Clichy.
Milán, esta ciudad italiana es reconocida mundialmente como sinónimo de la alta costura. Prada, Versace o Giorgio Armani, son marcas de moda que funcionan como un símbolo de estatus, estas asocian su nombre a la ciudad donde fueron fundadas: Milán.
Stuttgart es la ciudad alemana elegida por grandes empresas para albergar sus sedes, multinacionales como Mercedes Benz, Porsche o Bosch tienen sus headquartes en esta ciudad que ejerce centro financiero alemán.
Un caso muy reciente es la asociación de la marca española de restauración organizada 100 Montaditos, a la ciudad de Sevilla con su edición ‘Sevilla Tapas’, la compañía imprime así en sus locales del extranjero, un sello distintivo que lleva implícito el carácter genuino de la gastronomía y la cultura española a través de esta ciudad.
Otro ejemplo de asociación de nombres de ciudades es el caso de la cadena de restaurantes Hard Rock Café, es un clásico comprarse una camiseta de esta marca con el nombre de la ciudad que estés visitando, lo que poca gente sabe es que su primera sucursal fue abierta en Londres.