CaixaBank presentará la próxima primavera su plan estratégico hasta 2024, del que avanzará más adelante los detalles, en un 2022 que prevé un crecimiento «más fuerte» que el de 2021: «Los resultados nos guían hacia el optimismo».
Lo ha explicado este pasado viernes el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, en una rueda de prensa desde Valencia para presentar los resultados de la entidad en 2021, que cerró con un beneficio ajustado de 2.359 millones de euros, sin tener en cuenta los impactos extraordinarios de la fusión con Bankia, que sitúan el beneficio atribuido en 5.226 millones.
«Ha sido un muy buen dato, por encima de nuestras previsiones. Estamos en un escenario desde el punto de vista de la economía real con fuerte crecimiento en 2022″, ha añadido el presidente, que ve claro que hay un entorno de tendencia hacia una normalización de los tipos de interés.
Este año tiene como objetivo finalizar «de forma impecable» la integración de Bankia, desplegar el potencial de su modelo de distribución y su capacidad comercial, y seguir fortaleciendo la solvencia de su balance.
«Además, en 2022 nos enfrentamos al reto de la transformación, que va a ser a medida que vaya transcurriendo el tiempo a lo largo del año nuestro objetivo fundamental» a través de su nuevo plan estratégico.
Goirigolzarri ha asegurado que están trabajando como marco central con una previsión en que la inflación, en la primera parte de este año, se mantendrá a niveles altos y flexionará a mediados de 2022, hasta situarse a niveles de entorno al 2% en algún momento de los próximos trimestres.
También ha destacado que los números presentados son la base de las oportunidades que tienen en el futuro, algo que también ha ocurrido en Portugal con BPI, del que ha destacado sus resultados cuando se cumplen cinco años de la presencia de CaixaBank en su capital: «Es una historia de éxito».
PLAN DE BAJAS
El consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, ha explicado que el plan de bajas, que incluye a 6.452 personas, «avanza bien» y que por ahora ya han salido de la entidad unas 4.000 personas, lo que supone el 60% del total.
«Esperamos que a final de marzo salgan otras 500, lo cual llevará el número a 4.500 personas. De 4.500 a 6.452, las personas saldrán en su mayoría en el segundo trimestre y en el mes de julio. Quedarán algunas que todavía estarán con nosotros durante el año 2022 hacia el final», ha añadido.
Ambos directivos han lanzado un mensaje de agradecimiento a todas las personas que han formado parte de CaixaBank: «Les reconocemos lo mucho que han hecho y al mismo tiempo reorganizamos la actividad para poder seguir yendo hacia delante con una plantilla menor y, por tanto, con mayor eficiencia».
Un total de 2.700 trabajadores de CaixaBank acogidos al expediente de regulación de empleo (ERE) se desvincularon oficialmente del banco el 1 de enero, en la que fue la segunda ventana de salidas en el marco del proceso de ajuste de empleo.