Según datos recopilados por la DGT, la Dirección General de Tráfico, casi el 30% de los conductores sometidos a los controles que realizan las autoridades habían consumido algún tipo de sustancia psicoactiva, drogas, alcohol o medicamentos, antes de realizar la prueba. Una cifra que sigue en aumento pasados los años. De hecho, en 2021 este dato subió un 5% con respecto al 2020.
Pero hay más; el pasado año esto mantuvo como el segundo factor más concurrente en los accidentes de tráfico solo por detrás de las distracciones. Ante esto, y las abultadas cifras, la DGT tiene como una de sus principales prioridades conseguir una movilidad por carretera en la que las víctimas mortales no existan. Tanto es así que para este 2022 se activarán nuevos controles de drogas para los conductores. Y sí; las multas son más grandes. Lo conocemos desde MERCA2.
9El conductor sí tiene derecho de pedir otro análisis y recurrir la multa
Respecto a otras drogas más allá de las mencionadas, la DGT no ha previsto umbrales de consumo y de presencia en sangre y aire espirado. Los controles que se realizan en España identifican la presencia de otras drogas y, como hemos dicho, la positividad en una de ellas tiene como consecuencia la sanción al conductor.
De la misma forma, y en caso de que se haya dado positivo en estas sustancias, el conductor tiene el derecho de pedir un análisis de sangre en un hospital, que es una prueba más precisa, pero hay que pagarlo de nuestro bolsillo, más la pérdida de tiempo que implica. El análisis del test será comprobado posteriormente en un laboratorio. Si no se guarda la cadena de custodia adecuadamente, o si la Administración no puede demostrar el positivo, la multa se puede recurrir y ganar el recurso.