Si hay una galletera por excelencia en España esa es Gullón. Sin embargo, esta compañía familiar se ha visto envuelta en serios problemas internos protagonizados por los sucesores del fundador. Tal fue el punto que el hijo menor, Félix Gullón decidió separarse de sus hermanos y, junto a su mujer, fundar una nueva galletera: Family Biscuits.
Todo iba sobre ruedas mientras el patriarca, Manuel Gullón, estaba al frente. Sin embargo, al morir en 1983, fue su mujer, María Teresa Rodríguez la que tomó las riendas y puso de mano derecha a José Miguel Martínez Gabaldón. Su figura es la que hizo estallar un verdadero cisma familiar.
La tensión entre Gabaldón y tres de los hijos del matrimonio fue en aumentó hasta que, en 2004, se declarasen abiertamente la guerra. Sin embargo, el episodio más negro de esta familiar batalla se vivió en 2010. Félix, Hernán y Rubén, apoyados por sus tíos, celebraron un consejo de administración donde hicieron a María Teresa presidenta de honor y le quitaron los poderes ejecutivos a la vez que despidieron a su mano derecha.
Pero María Teresa, su hija Lourdes, y Gabaldón, que sumaban el 82% de las acciones de Gullón, no tardaron en vengarse. Reunidos en un Mercedes negro, los tres realizaron un consejo extraordinario. El juez finalmente dio la razón a la matriarca, que recuperó su papel dentro de Gullón. La familia nunca llegó a volver a ser la misma después de este episodio.
Félix Gullón y María Santana han fundado en Jaén su nueva galletera, Family Biscuits
Una vez María Teresa decide jubilarse, nombra como sucesora a Lourdes en vez de a Félix, rompiendo así el plan inicial. La hija, lejos de calmar las aguas, pone como director general a Gabaldón. Esto fue el remate para los hermanos.
NUEVO CAMINO EN JAÉN
Ante esta complicada situación, es Félix Gullón el que decide volar lejos de la empresa familiar. El menor de la estirpe galletera, junto a su mujer y sus tres hijos, ponen rumbo al sur. Se instalan en Jaén, donde ubican la fábrica que dará luz a Family Biscuits, siguiendo así con el negocio familiar lejos de su sangre.
A principios de 2021, el pequeño de los Gullón y María Santana pusieron en marcha este proyecto. Para llevarlo a cabo, Family Biscuits le compró la fábrica a Cerealto Siro en esta provincia andaluza. La nueva galletera pagó 11,9 millones por hacerse con las instalaciones y los 140 empleados que ya trabajaban en la fábrica.
«En tiempo récord hemos creado un equipo muy potente, con años de experiencia y especializado en el mundo de la galleta y la alimentación. El titular está claro: vamos a ser la envidia del sector galletero», explica Félix Gullón a diversos medios con la puesta en marcha de Family Biscuits.
Para este primer año de vida, todavía de la mano de Siro, el menor de los Gullón esperaba cerrar el ejercicio con una producción de entre 18 y 20 millones de kilos, de los 30 posibles. Además, aspiraba a tener una facturación cercana a los 22 millones. Family Biscuits aún no ha presentado resultados del 2021, por eso no podemos saber si han cumplido con sus objetivos.
En tan solo unos meses de vida, Félix Gullón y María Santana han conseguido que sus galletas lleguen a casi todas las partes de España. Gracias a las alianzas que han alcanzado con diversos proveedores, los productos elaborados por Family Biscuits ya llegan a Galicia, Valencia, Madrid o Asturias, entre otras provincias.
Además, han traspasado nuestras fronteras. El 50% de la producción va al mercado nacional y la otra mitad se dedica a la exportación, especialmente en el norte de África, Europa y Caribe.
FAMILY BISCUITS, TRAS LOS PASOS DE GULLÓN
En cuanto a sus productos, desde Family Biscuits quieren tener una cartera muy diferente a la que podemos encontrar en otras galleteras. «Queremos revolucionar el mercado de las galletas, y lo queremos hacer desde la sostenibilidad y con ingredientes naturales de las zonas donde estamos ubicados».
De hecho, esta es su principal baza. Aprovechando su presencia en Jaén y la cantidad de olivos que hay en esta zona, Family Biscuits revolucionó el mercado galletero con ‘María del Sur’. Se trata de la primera galleta fabricada con un 12% de aceite de oliva virgen extra, endulzada con miel, canela, fibra de manzana y matalahúva.
Si miramos el catálogo de galletas que hay en la web de Family Biscuits, podemos ver el paso de Félix por Gullón. Ambas galleteras comparten esencia en su porfolio, exhibiendo que conocen bien el mercado. En los catálogos encontramos las tradicionales María, galletas tostadas y las digestive. Sin embargo, cada una de ellas ha sabido darle su toque personal para diferenciarse.
Poco a poco, la nueva empresa de Félix Gullón va cobrando peso en el mercado. Con unas galletas completamente diferentes, Family Biscuits viene a revolucionar el sector. Sin embargo, el menor de los hermanos no se acaba de desligar de la empresa familiar, ya que sigue poseyendo un 4,5% de las acciones. «Gullón es el patrimonio de mis hijos», afirma. Si el nuevo proyecto sigue así, quizás, en un futuro pueda llegar a tener ser, incluso, más grande que la mítica Gullón.