La morcilla es uno de los embutidos más típicos de España. Y de los preferidos por muchas personas, ya sea en su variante de arroz, más típica de zonas como Burgos, entre otras, o la de cebolla, que quizás reina más en el sur de España. Además, no solo se puede comer tal cual, sino que es toda una delicia cuando se hace a la brasa en la barbacoa, o se fríe, incluso se podría usar para croquetas o como relleno de pimientos.
Si has intentado freír morcilla y se ha roto en pedazos, aquí tienes las claves para que no suceda eso, y algunos otros consejos y consideraciones sobre este producto. ¡Y así podrás «irte a freír morcilla»! (pero en el buen sentido)
3Propiedades de la morcilla
La morcilla no es de los mejores alimentos, ni tampoco está entre los embutidos más sanos. Sin embargo, gusta a mucha gente y su consumo es bastante habitual. Debes saber que hay que consumirla con moderación, de forma eventual.
Y eso es a que, aunque aporte proteínas, hierro, potasio, magnesio, zinc, calcio, selenio y vitamina B12, y baja en carbohidratos (la de arroz tiene algo más de carbohidratos), también es muy rica en grasas, y sodio.