La morcilla es uno de los embutidos más típicos de España. Y de los preferidos por muchas personas, ya sea en su variante de arroz, más típica de zonas como Burgos, entre otras, o la de cebolla, que quizás reina más en el sur de España. Además, no solo se puede comer tal cual, sino que es toda una delicia cuando se hace a la brasa en la barbacoa, o se fríe, incluso se podría usar para croquetas o como relleno de pimientos.
Si has intentado freír morcilla y se ha roto en pedazos, aquí tienes las claves para que no suceda eso, y algunos otros consejos y consideraciones sobre este producto. ¡Y así podrás «irte a freír morcilla»! (pero en el buen sentido)
2Tipos de morcilla
Existen varios tipos de morcilla, y no es igual en cada país. Algunos emplean harinas, o cereales, otros usan diferentes tipos de sangre, y diferentes especias como aliño. En España, los dos tipos más populares son:
- De cebolla, con sangre y grasa de cerdo, junto con especias como el pimentón, la sal, entre otras.
- De arroz, que sustituye la cebolla por arroz cocido, junto con la sangre, grasa y especias para condimentar.