Alitas de pollo: el adobo de Arguiñano para darles un plus de sabor

El mediático cocinero vasco lleva décadas ofreciéndonos miles de recetas caseras para no repetir plato un solo día. Revolucionó la televisión culinaria y a sus 72 años sigue al pie del cañón con recetas sencillas, deliciosas y con productos naturales y económicos. Tras las navidades hay que seguir disfrutando de la comida y combinando, por lo que seguimos ofreciéndote recetas, en este caso una de las estrellas de Arguiñano: las alitas de pollo. Y de paso, el toque especial de su adobo, parte vital del plato. LAS ALITAS DE POLLO DE ARGUIÑANO, UN PLATO FÁCIL Y ECONÓMICO Las alitas de pollo en adobo de Karlos Arguiñano nos permite disfrutar de un plato que, además de sabroso, es muy fácil de preparar y que tiene un coste muy bajo. Una seña de identidad del chef vasco y que preparó en su canal de YouTube de Cocina Abierta. Aprovechar al máximo una receta con pollo permite cocinar las alitas, las cuales ya acostumbran a tener un gran sabor, pero a la hora de bañarlas en una salsa, aún están más ricas, hasta el punto de que para muchos son adictivas. Pero para que el resultado final sea perfecto es necesario tener en cuenta una serie de consideraciones y seguir las instrucciones tal y como nos lo indica Arguiñano. LOS INGREDIENTES PARA LAS ALITAS DE POLLO Para realizar las alitas de pollo con calabacín rebozado, necesitarás alitas, calculando la cantidad en virtud de cuántos sois en casa o cuántas personas van a comerlas. También vamos a utilizar harina, huevos, miel, 1 diente de ajo, lima, jengibre, 1 cebolleta, 1 cebolleta, maíz, vino blanco, nata. Como vemos, productos económicos y que siempre tenemos en casa. LO PRIMERO, EL CALABACÍN Y PREPARAR LAS ALITAS Como va a ser un elemento imprescindible del plato, primero Arguiñano procede a cortar el calabacín en rodajas, poner un poco de sal por encima y dejar en una fuente que suelten el agua. Ahora toca el turno ya de las alitas. Arguiñano las tiene ya limpias y suponemos que por comodidad ya las comprarás así en la carnicería. Las alitas se parten en dos y cortamos las puntitas de la piel. LA PREPARACIÓN DEL POLLO CON ARGUIÑANO Ya tenemos las alitas listas y el calabacín esperando. Ahora las salpimentamos en un bol y picamos un diente de ajo, rayamos el jengibre, la corteza de la lima y falta añadir el zumo de la misma lima, dándole "gracia" como el dice a las alitas. Agregamos también la salsa de soja, chorrito de aceite y la miel. Mezclamos bien y mientras los calabacines ya estarán soltando el agua y quedarán unos 15-20 minutos. LA SALSA CON EL TOQUE ARGUIÑANO Ahora es el momento donde Arguiñano se ocupa de la salsa. Veamos: lo primero es un buen chorro de aceite de oliva en una cazuela y procede a pochar un poco la cebolleta, pelándola antes y cortándola y troceándola bien. Es el turno de la nata, el vino blanco y el maíz cocido. Lo echamos en la cazuela todo y lo dejamos a fuego suave. Mientras, el cocinero vasco se dispone a preparar las alitas para meter en el horno. HORNEAR LAS ALITAS DE POLLO Se pone el horno a 200 grados y se colocan las alitas bien distribuidas en la bandeja. El tiempo que da Arguiñano es de unos 25-30 minutos, añadiendo tres más si las quieres más crujientes y doradas. Mientras, retiramos ya los calabacines y los colocamos sobre un papel absorbente para secar bien, para luego rebozarlos. LA SALSA DE ARGUIÑANO DE NUEVO EN ESCENA En este momento ya estaría la salsa de la cazuela lista, por lo que apagamos el fuego, la trituramos bien y la colamos. El resultado lo volvemos a poner en la cazuela a fuego lento para reducirla. Mientras, procedemos a rebozar los calabacines, como siempre en estos casos, pasando las lonchas primero en harina y luego en huevo, que previamente habremos batido en un bol. Cogemos una sartén con aceite y vamos metiendo el calabacín rebozado para freír. El resultado lo ponemos en una fuente con papel absorbente para que suelte el aceite sobrante. LOS ÚLTIMOS PASOS DE LAS ALITAS DE POLLO DE ARGUIÑANO Mientras freímos los calabacines, las alitas de horno ya estarán listas, así que sacamos la bandeja y nos preparamos para la presentación del plato. Las colocamos en una fuente junto con los calabacines y aparte, en una salsera, colocamos la salsa. Podemos añadir una ensalada como guarnición al gusto. Y listo, unas alitas deliciosas con una salsa muy especial. OTRO MODO DE ARGUIÑANO PARA LAS ALITAS DE POLLO: SU SALSA CASERA Foto: Atresmedia Si quieres utilizar como adobo otra salsa, Arguiñano propone en otro vídeo la salsa Buffalo como el mejor acompañante de las alitas de pollo. Para realizarla de forma casera, el cocinero pone una cazuela en el fuego, a la que le añade 100 gramos de mantequilla. Cuando esté fundida, le echa 200 mililitros de una salsa picante. El cocinero deja libre la elección dependiendo de lo picante que queramos la salsa. Si no quieres que pique nada, sustitúyelo por salsa de tomate.

Alitas de pollo: el adobo de Arguiñano para darles un plus de sabor

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HORNEAR LAS ALITAS DE POLLO

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