Las nuevas placas de vitrocerámica e inducción han sustituido poco a poco a las de gas, aunque tenga sus contras. Además, su superficie vidriada y lisa facilita mucho la limpieza de éstas, y no tienes que andar quitando parrillas, elementos de los fuegos, etc. Sin embargo, cuando gotean los alimentos y se secan, es complicado devolver el brillo y dejarla como nueva.
Existen multitud de productos para este tipo de superficies, pero también hay algunos secretos ocultos que deberías conocer para limpiarla de forma fácil, barata y rápida.
3No uses estropajo para la vitrocerámica
Para limpiar la vitrocerámica o las placas de inducción, no deberías usar un estropajo. Éstos pueden dañar la superficie cristalina de la placa, y eso hará que cada vez se limpien peor o tengan riesgo de problemas de forma prematura.
Lo ideal es usar algo suave, como puede ser una bayeta, una esponja suave, o un papel de cocina si lo prefieres. Pero nada de cosas ásperas, y mucho menos lana de acero…