Es la esencia de cocina más sencilla y de batalla, como muchos llaman. Se dice que el soltero lo primero que aprende es a hacerse un huevo frito, o que sólo sabe hacerse eso, o que cuando quieres indicar a una nulidad total culinaria, dices que «no sabe hacer ni un huevo frito». Sin embargo, tiene su ciencia, y más al ser un cocinado simple y básico, pero seña de identidad y manjar en tantos y tantos países, sobre todo España, donde adoramos la combinación con patatas fritas o chorizo frito. Veamos lo que más suele traer de cabeza al que casca un huevo y lo fríe: que no salte el aceite, para bien de tu piel y de la limpieza de tu fogón, placa y cocina.
8¿CÓMO EVITAR QUE EL HUEVO FRITO SALTE EL ACEITE?
Ante todo evitar las quemaduras en piel y ojos, al margen de poner perdida la cocina, con lo que cuesta luego quitar la grasa. El truco más sencillo es echar poco aceite, aunque eso no te permite hacer la famosa puntilla. Pero veamos otro truco de la mano además del declarado el año pasado mejor chef del mundo.