Es la esencia de cocina más sencilla y de batalla, como muchos llaman. Se dice que el soltero lo primero que aprende es a hacerse un huevo frito, o que sólo sabe hacerse eso, o que cuando quieres indicar a una nulidad total culinaria, dices que «no sabe hacer ni un huevo frito». Sin embargo, tiene su ciencia, y más al ser un cocinado simple y básico, pero seña de identidad y manjar en tantos y tantos países, sobre todo España, donde adoramos la combinación con patatas fritas o chorizo frito. Veamos lo que más suele traer de cabeza al que casca un huevo y lo fríe: que no salte el aceite, para bien de tu piel y de la limpieza de tu fogón, placa y cocina.
6¿QUÉ PASA CON LA SAL?
No sólo cuándo echarla sino si influye en que salte el aceite o no al hacer el huevo frito. Pues la respuesta es no. En cuanto a salarlo, tampoco hay reglas, aunque lo ideal es echarla al fina, una vez frito y sacado de la sartén. Además, en ese mismo instante también puedes agregar otros condimentos si lo prefieres, por ejemplo pimienta, hierbas, o trufa rallada… Quedará aún más delicioso.