Para un emprendedor tan malo es tener poco trabajo como tener demasiado. Y tan malo es tener pocos clientes como tener clientes con los que no merece la pena trabajar. Por eso, es importarte aprender a decirle no a un cliente.
Porque ya te habrás dado cuenta de que hay personas y empresas con las que no merece la pena trabajar, ya sea porque pagan poco y dan mucho trabajo, porque pagan mal o, directamente, porque no tienes tiempo.
7Mantén el control al decirle no a un cliente

Olvídate de excusas comunes como “ahora no tengo tiempo”, mantén siempre el control de tus decisiones. Se trata de demostrarle al cliente que verdaderamente has valorado su propuesta antes de tomar tu decisión.
La idea es que este perciba que antes de elegir has tenido en cuenta tus propios intereses, pero también los suyos. Por ejemplo, con un argumento como “ahora mismo no puedo ofrecerte un servicio de la calidad que necesitas”.