El puré de calabacín es una receta muy recurrente para cenas ligeras o primeros platos. Si queremos una versión aún más saludable, podemos prescindir de ingredientes habituales como los quesitos o la crema de leche y sustituirlos por otros que aporten sabor, pero nada de grasas ni calorías. El resultado es una crema exquisita, saciante y con un sabor incluso más intenso. Además, se convierte en una opción apta para todas las personas como veganas e intolerantes a la lactosa.