La incontinencia urinaria, que se atribuye sobre todo al embarazo y al parto, limita la autonomía, reduce la autoestima y deteriora sensiblemente la calidad de vida de quienes la padecen. Entre las mujeres que han dado a luz tiene una prevalencia que puede oscilar del 3 al 67 por ciento. Además, si estas presentan incontinencia urinaria en los tres meses posteriores al embarazo, tienen un 90 por ciento de probabilidades de seguir padeciéndola cinco años después.
El abordaje de esta patología se ha realizado tradicionalmente de forma posterior a la aparición del problema. Sin embargo, diversas investigaciones han demostrado que un programa de entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico puede prevenir la incontinencia en la última etapa del embarazo y tras el parto o, en su defecto, disminuir los síntomas, en caso de que aparezcan.
Partiendo de esta premisa, los servicios de Ginecología y Rehabilitación de la Fundación Jiménez Díaz han desarrollado un proyecto de Prevención de Incontinencia Postparto, en el que ya han participado 300 mujeres, y cuyo objetivo es la intervención precoz como estrategia preventiva de la incontinencia urinaria. «Creemos que prevenir y diagnosticar la incontinencia de forma precoz, ofreciendo a todas las gestantes, durante el embarazo y después del parto, acceso a información, diagnóstico y tratamiento específicos, contribuirá a reducir el elevado porcentaje de mujeres que conviven con incontinencia», explican los doctores Carmelo Fernández y Manuel Albi, jefes respectivos del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación y del Departamento de Ginecología y Obstetricia del hospital.
El programa, completamente digital y ofrecido a través del Portal del Paciente -aplicación de desarrollo propio del hospital en la que la usuaria tiene que estar dada de alta para poder beneficiarse de la iniciativa-, contempla la prevención de la incontinencia durante el embarazo, el seguimiento postparto y los tratamientos individualizados cuando son necesarios.
Una patología infradiagnosticada
Se estima que más del 55 por ciento de las mujeres en edad reproductiva sufre algún tipo de incontinencia urinaria. Sin embargo, el porcentaje de las que consultan por este problema es mucho menor. La Dra. Carmen Urbaneja, adjunta del Servicio de Rehabilitación de la Fundación Jiménez Díaz, señala que «la razón fundamental ha sido la tendencia de la paciente a ocultar el problema, sin hablar del mismo ni con amigos ni con familiares».
Según el Dr. Albi, tradicionalmente existen diferentes motivos por los que las mujeres no consultan cuando tienen incontinencia urinaria: «Para algunas es algo inevitable y asociado al parto y al paso de los años, por lo que lo normalizan y no lo asumen como un problema de salud; cuando es leve, otras no le dan importancia y lo consideran aceptable al no afectar en gran medida a su calidad de vida; finalmente, a otras les da vergüenza consultar».
En la actualidad, sin embargo, como asegura la Dra. Urbaneja, hay una tendencia cambiante, puesto que está aumentando el porcentaje de personas que se atreven a contar su problema, sobre todo entre la población joven, y los profesionales sanitarios están desarrollando herramientas de detección precoz para identificarlo: «Pretendemos detectar grupos poblacionales de riesgo y poder actuar sobre ellos antes de la aparición de los síntomas», concreta la especialista.
Información, seguimiento y trato individualizado
Durante las diferentes etapas del embarazo se producen cambios fisiológicos que afectan a las estructuras responsables de la continencia en la mujer. Realizando ejercicios sencillos y personalizados el cuerpo se adapta mejor a estos cambios, refuerza aquellas estructuras que van a trabajar de una manera especial durante el embarazo y el parto y previene problemas que pueden aparecer en las diferentes etapas. «Estos ejercicios trabajan la postura, la localización de la musculatura del suelo pélvico, el aprendizaje del bloqueo perineal a los esfuerzos y la activación y trabajo del componente abdominolumbopélvico», indica Silvia Calvo, coordinadora de la Unidad de Rehabilitación de la Fundación Jiménez Díaz.
Los ejercicios propuestos en este programa de Prevención de Incontinencia Postparto han sido revisados por la Unidad de Suelo Pélvico del Servicio de Rehabilitación del hospital madrileño y se han seleccionado para aportar una información necesaria y adaptada a cada una de las etapas. Además, se han elaborado una serie de vídeos y documentos explicativos, alojados en el Portal del Paciente, que permiten a las pacientes comprender y realizar de manera correcta los ejercicios.
Almudena Prieto, fisioterapeuta del Servicio de Rehabilitación, explica que «durante los trimestres primero y tercero del embarazo, las mujeres son evaluadas mediante una serie de cuestionarios, recibiendo un feedback de su situación y posibles riesgos de desarrollo de la incontinencia urinaria en función de su situación particular». A su vez, se les envían también recomendaciones de autocuidado y pautas de ejercicio enfocadas a mejorar dicha situación.
Tras dar a luz, se hace un seguimiento postparto durante seis meses para controlar la evolución de la incontinencia y se facilita a las mujeres acceso a la Unidad de Rehabilitación de Suelo Pélvico si durante esta observación se identifica la necesidad de un manejo más individualizado.
«El proyecto está teniendo una acogida muy positiva entre las mujeres gestantes cuyo embarazo seguimos en nuestro hospital», asegura el Dr. Albi. «Además, está contribuyendo a sensibilizar a mujeres y profesionales acerca de la relevancia de esta patología y de la necesidad de disponer de estrategias similares a la nuestra, orientadas a la prevención y al tratamiento precoz de la incontinencia urinaria en la mujer», apostilla por su parte el Dr. Fernández.