viernes, 22 noviembre 2024

La Barcelona anticoches hunde el comercio en las vías de negocio

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, prosigue con su urbanismo táctico en su intento de eliminar el vehículo privado en la Ciudad Condal. Tras los cambios en calles tan importantes como Aragón, el turno es para Vía Laietana y la Rambla de Cataluña. Son dos arterías que conectan el centro de la ciudad con el mar, pero transitar en vehículo a motor por ellas va a ser prácticamente imposible.

El cuadrado formado desde el paseo Marítimo, avenida Paral·lel, Gran Via, Marina, Joan de Borbó y el paseo de Colom afectará a la movilidad de uno de los núcleos de Barcelona. En esta zona se encuentran Vía Laietana y Las Ramblas y pronto se acometerá su remodelación, siguiendo la estela de otras importantes calles de la ciudad, como Aragón.

La alcaldesa, además, sólo ha tenido en cuenta el consejo del ‘lobby’ ciclista y ha desoído toda propuesta de los propietarios de los comercios. Además, ha roto por completo los acuerdos pactados con la asociación de comerciantes de Vía Laietana, según han afirmado algunos de sus miembros a MERCA2.

REDUCIR LA MOVILIDAD SIN TENER EN CUENTA LA AFECTACIÓN EN EL NEGOCIO

El objetivo del Ayuntamiento que dirige Ada Colau es reducir la movilidad del vehículo privado al máximo posible. Las restricciones para turismos y motos son una realidad en Barcelona, pero al contrario que sucede en otras grandes ciudades, no se han ofrecido alternativas. En la propuesta, los comerciantes de Via Laietana exigían la eliminación del carril destinado al giro
a la izquierda al centralizar ese giro
en el nodo central de la plaza Antoni Maura y en los extremos, Urquinaona y Correos.

Con esta medida, el tráfico rodado se simplifica, reduciendo a dos tiempos todos los semáforos y obligando a los automóviles a variar su recorrido con giros de acceso siempre a la derecha. «Los cambios de sentido se realizan en tres espacios que tienen mayor anchura -y que, además, son lugares con condiciones especialmente favorables para las relaciones transversales de la calle», apuntaron. El estudio, avalado también por la Cámara de Comercio de Barcelona, situaban tres puntos críticos en esta vía, sin necesidad de reducir carriles.

La Vía Laietana es una calle con dos carriles para cada sentido, pero Colau quiere tan sólo tres, ganando metros para hacer un carril bici. Para los peatones, en cambio, tan sólo se ha destinado un metro más de ancho. «Todo lo demás es para carril bici y bus», han destacado desde la asociación, muy molesta con el nuevo plan urbanístico. Para subir desde el mar hacia la montaña de Barcelona, solo será posible para el bus y vecinos. De bajada, tan sólo un carril. «Todo está hecho sin rigor«, apunta un miembro de la asociación y comerciante. «Sólo hay improvisaciones y ocurrencias», ha lamentado.

LA CALLE DE LA SEDE DE FOMENT, SIN VEHÍCULO PRIVADO EN UNO DE LOS SENTIDOS

El plan de Colau no es una peatonalización total, pero todo apunta a la creación de una gran superisla, como las que hay en otras zonas de la ciudad. El objetivo de estos espacios restringidos al vehículo privado no es otro que reducir la movilidad, un fin loable sino estuviera teniendo consecuencias desastrosas para los comerciantes de la zona afectada. Las caídas de ventas son la tónica, la suciedad va en aumento y la movilidad está tan restringida que incluso los propios vecinos se quejan, como ha ocurrido en el barrio de Sant Antoni.

En la zona de Vía Laietana y Las Ramblas temen esta misma situación, más al ser uno de los puntos neurálgicos de la ciudad. Mientras Colau y los políticos con derecho a coche oficial podrán circular sin problema, peor lo tendrán los funcionarios del propio Consistorio o del Palau de la Generalitat, así como los empleados en las sedes de Foment del Treball y CC OO. Los visitantes tendrán que dar un largo rodeo si vienen desde el mar, como ocurrirá con la Jefatura Superior de la Policía Nacional.

Ada Colau

Importantes sucursales bancarias, como la única que tiene la Caja de Ingenieros, es otra de las afectaciones. Pero no sólo, algunos propietarios de tiendas lamentan que Colau se dedique a «asfixiar» el tráfico rodado y no limpie mejor la zona. «Vía Laietana nunca ha estado tan sucia«, ha afirmado uno de ellos.

VIA LAIETENA, MÁS SUCIA QUE NUNCA

De cuatro carriles sólo habrá uno para el tránsito del vehículo privado. Si las quejas se debían al intenso tráfico en esta calle, ahora irá a peor una vez se apruebe definitivamente el plan. Lo mismo ocurrirá con las transitadas Ramblas. No habrá más alternativa que el transporte público o la bicicleta, que disfrutará de un mayor espacio con un carril bici para cada sentido.

«Es una mala solución«, afirma uno de los comerciantes de esta concurrida calle en una conversación con este medio. El miembro de la asociación de comerciantes de la zona ha afirmado que hubo un acuerdo con el Ayuntamiento que «Colau se ha saltado a la torera«, como pasó con «el proceso participativo«.

En las mismas aceras se dibujaron líneas. Lejos de entenderse que eran para los viandantes, los ciclistas se han apoderado de esa zona. «Nadie que va andando las pisa, pese a no ser un carril bici«, ha afirmado. «Al final se ha convertido en un carril bici encubierto», ha destacado. Y cree que ese será el destino de parte de las aceras. Se rebajarán y se dará paso al carril bici. «Si se amplia la acera y al final la usan para bicicletas es que al final has hecho algo mal», ha destacado. «Con esta calle, el Ayuntamiento se está cubriendo de gloria», ha apostillado.

COLAU CONVIERTE BARCELONA UNA RATONERA QUE PENALIZA AL COMERCIANTE

Vía Laietana se convertirá en una ratonera, donde las bicis podrán subir o bajar sin perjuicio alguno para circular por estas calles. En cambio, el vehículo privado tendrá que realizar un desplazamiento aún mayor por las calles de la ciudad, contaminando más, para acceder a esta vía troncal de Barcelona. Las alternativas para acceder desde el mar obligarán a dar un largo rodeo, que mermará la afluencia de público a los comercios de la zona. «Nos penaliza muchísimo», ha asegurado.

A su juicio, el Ayuntamiento sigue a pies juntillas las recomendaciones y aportaciones del «lobby de los ciclistas». «Lo ha hecho en la calle Aragón, otra de las arterias que cruza Barcelona de norte a sur, y lo van a hacer con Vía Laietana», ha aseverado. Todo, pese al pacto de Colau con los propios establecimientos de la zona.

El Ayuntamiento «se ha saltado a la torera el pacto«, con un más que dudoso proceso participativo. «A la hora de la verdad, son los primeros que se los saltan después de impulsarlos», ha afirmado. De hecho, ninguna de las propuestas del proceso han entrado en los planes de Colau. «¿Por qué se han gastado el dinero en este proceso si no cree en él?», ha reflexionado.

COLAU INCUMPLE LOS ACUERDOS CON LOS COMERCIANTES

El estudio de Colau, según el propio Consistorio, se ha basado en el proceso participativo. Sin embargo, los comerciantes recelan de este extremo. «Las opiniones se recogieron en post-it, papelitos adhesivos que se pegaban en unos carritos en las puertas de los supermercados», ha destacado uno de los comerciantes. Estas opiniones estaban a merced del viento y «se veía a las chicas recogerlos del suelo para pegarlos de nuevo», ha afirmado. Al menos los que podían, porque otros acabaron en el asfalto o perdidos. «El proceso daba risa«, ha aseverado. Después de todo esto, «se llegó a un acuerdo para hacer un carril bici en cada lado».

En cambio, en el proceso no se habló de esta posibilidad. «Si no vas a respetar el proceso, ¿para qué los haces?», ha insistido.

Eso sí, todos los consultados hacen referencia al estudio serio realizado por la Cámara de Comercio de Barcelona y la asociación de comerciantes. Se presentó ante el Colegio de Arquitectos, pero el Ayuntamiento no ha tenido en cuenta ni una sola de las propuestas. «Era un plan terminado y desarrollado paso a paso«, ha destacado uno de ellos. Sin embargo, Colau no ha tenido en cuenta ni uno solo de los puntos.

NO SE HA TENIDO EN CUENTA LA POLÍTICA DEL GIRO

«No se tomó en cuenta la política de giros», una de las principales reivindicaciones o el riesgo que corría la zona del Mercado de Santa Catarina, uno de los puntos con mayor afluencia de público. Si Via Laietana no está bien y suficientemente conectada, los turistas dejarán de ir y por tanto tampoco pasarán por nuestras tiendas. «Sin buenas comunicaciones, este sector va a desaparecer«, han augurado.

Si bien, los vecinos serían los beneficiados por los ruidos que generan cuatro carriles, la realidad es que es una de las vías con mayor acceso a oficinas. Es decir, personal laboral que viene desde otros puntos de la ciudad. Y conociendo como ha dejado Colau esta Barcelona, continuarán trasladándose en su vehículo privado. Eso sí, otras empresas, como el «carísimo párking» de la zona, harán su agosto.


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