La planta de generación de energía renovable de Ence en Puertollano, Biollano, ha completado recientemente el proceso de auditoría del esquema de verificación Sure, que garantiza la sostenibilidad del proceso de generación a partir de fuentes de biomasa sostenibles, que también son evaluadas.
En concreto, se trata de biomasa de proximidad consistente, principalmente, en restos vegetales procedentes de cultivos como la vid o el olivo, frutales, y restos de podas de parques y jardines del entorno.
Ceganor ha sido la entidad responsable de auditar el proceso, ya que se trata de la única empresa española reconocida y autorizada por el esquema Sure para realizar este servicio.
Esta certificación supone un paso más dentro del compromiso del grupo con la sostenibilidad de la biomasa que gestiona. Así, las biofábricas de Ence en Pontevedra y Navia y las plantas de generación de energía con biomasa de la compañía en Huelva, Mérida, Jaén y Ciudad Real, han obtenido previamente este reconocimiento, convirtiendo a la compañía en la primera empresa de Europa en iniciar la verificación de la sostenibilidad de su proceso productivo de energía con biomasa mediante este estándar.
Además, alcanzado ya el hito de certificar su biomasa propia y de compra directa, la compañía ha comenzado a desplegar un Plan de Asesoría y Colaboración con todos los suministradores de la planta de Puertollano, con el objetivo de lograr que todas las biomasas agrícolas, forestales e industriales que suministran a las plantas adquieran esta certificación.
Para ello, ya se está trabajando en poner en marcha las tareas de formación, implantación y certificación de toda la cadena de colaboradores.
Ence es la primera empresa española en producción de energía renovable con biomasa agroforestal. Cuenta con una capacidad de generación total de 266 megavatios (MW) en sus plantas independientes de energía, a los que se añaden 112 MW de sus biofábricas de celulosa.
MÁS BIOMASA PARA «DESPLAZAR» AL GAS
Ence Energía y Celulosa reclama más peso de esta tecnología para mermar el protagonismo inusitado del gas en el mercado eléctrico y la fuerte dependencia energética exterior que tan cara le está saliendo a España.
Pese a que el cambio hacia un modelo descarbonizado estará liderado por la fotovoltaica y la eólica, el complemento de la biomasa es ineludible, no solo por la disposición de generar valor añadido en territorios muy diferentes, sino porque a diferencia de otras tecnologías renovables, la biomasa produce electricidad 100% gestionable y almacenable. En este sentido, Ence es uno de los exponentes de la realidad imparable de la biomasa, y no sólo para usos térmicos.
«Un mix renovable equilibrado y un mayor peso de la biomasa puede ayudarnos a ir desplazando a las centrales de ciclo combinado y ser cada vez más independientes de los precios del gas». Así lo ponía de manifiesto, una vez más, José Ángel Castro, director de Ingeniería Energética y Gestión de Energía de Ence, durante su intervención en la quinta edición del Congreso Nacional de Energías Renovables organizado por APPA.
En este sentido, «es necesario apostar por tecnologías que nos permitan aprovechar recursos con los que contamos sobradamente en España: viento, sol y biomasa, para alcanzar un mix balanceable, con peso en las renovables, y gestionable», añadía.
En la misma línea, Felipe Torroba, CEO de la División de Energía de Ence recordaba que España es «la segunda potencia agrícola europea y la tercera potencia forestal de la Unión Europea», e insistía en que ambos sectores ofrecen «recursos renovables que debemos aprovechar porque están a nuestra disposición y blindan nuestra economía».
También durante el congreso organizado por la patronal de las renovables, Torroba defendía la apuesta de Ence, «por acelerar el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima del Gobierno) e invertir en renovables, como la biomasa, que aporta estabilidad al sistema eléctrico».
Además, el directivo de Ence ha señalado que «la energía renovable con biomasa contribuye a la economía circular, permite aprovechar recursos naturales sostenibles procedentes de la actividad agrícola y forestal y es, además, gestionable».
La biomasa juega un rol necesario y rentable en la transición energética. Las plantas de generación eléctrica a partir de biomasa son las más versátiles de las que funcionan al valorizar biocombustibles sólidos muy diferentes en función del territorio en el que se ubiquen: orujillo, sarmiento, hojas y podas de olivo, restos forestales, residuos agrícolas, paja de cereal…
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, en su escenario objetivo a 2030, estima que la biomasa doblará su capacidad instalada en España y prevé que la potencia instalada de biomasa aumente hasta alcanzar casi 1.650 MW instalados, lo que supone un incremento de alrededor de 800 MW durante los próximos 10 años.