Cuando montas tu negocio es normal que la ilusión te motive y te haga seguir adelante día tras día, pero cuando las cosas se estabilizan y la gestión de tu empresa se convierte en algo habitual, puede haber un cierto estancamiento. Es por ello que es importante mantener vivo el emprendimiento.
Porque si no lo haces, lo más probable es que tu negocio acabe dirigiéndose hacia el fracaso, incluso aunque en los primeros meses de existencia haya resultado ser todo un éxito. Miles de ejemplos reales así lo demuestran.
9Toma perspectiva

Cuando el negocio funciona, pero tú no te sientes cómodo con él, está claro que el problema es lo que te pasa a ti, así que en este caso también tienes que pasar a la acción. Con frecuencia, alejarse y tomar perspectiva te ayuda a aclararte las ideas.
Si tienes un buen equipo de trabajo, tal vez podrías delegar tus funciones en alguien de confianza. Puedes aprovechar tu tiempo libre para descansar e incluso para meterte de lleno en otro proyecto que te esté rondando la cabeza.