Cuando montas tu negocio es normal que la ilusión te motive y te haga seguir adelante día tras día, pero cuando las cosas se estabilizan y la gestión de tu empresa se convierte en algo habitual, puede haber un cierto estancamiento. Es por ello que es importante mantener vivo el emprendimiento.
Porque si no lo haces, lo más probable es que tu negocio acabe dirigiéndose hacia el fracaso, incluso aunque en los primeros meses de existencia haya resultado ser todo un éxito. Miles de ejemplos reales así lo demuestran.
10Despídete de tu negocio

Si te has dado cuenta de que tu proyecto ya no te llena como lo hacía antes, quizá sea momento de tomar una decisión drástica. La vida son ciclos y puede que este haya llegado a su fin, pero no deberías dejar que tu desapego hacia tu proyecto suponga el fin de este.
Hay muchas formas en las que puedes desvincularte de tu negocio, podrías traspasarlo o venderlo. Dejar que sea otro el que se ponga al mando y lo conduzca hacia el futuro.