domingo, 17 noviembre 2024

Cuando Sabonis rompió la canasta del Real Madrid en Navidad

Ya no se celebra, pero todo el mundo deportivo lo recuerda. Uno de los platos más exquisitos de la Nochebuena que quedan en la memoria es el «Torneo de Navidad» de baloncesto. Por la cancha del Real Madrid pasaron los mejores jugadores del momento, si bien el que dejó su sello fue Arvydas Sabonis cuando en la edición de 1984 rompió uno de los tableros al realizar un mate. El Corte Inglés fue el patrocinador más importante de esta competición amistosa.

LA URSS Y YUGOSLAVIA

El torneo fue un mini campeonato del mundo. Sobre todo tuvieron mucho sabor los duelos en los que participaran la selección de la extinta Unión Soviética y de la antigua Yugoslavia.  Drazen Petrovic y Arvydas Sabonis fueron dos de las superfiguras que hicieron brillar el torneo a nivel global. El del año 1984 dejó un sabor de boca muy especial. El Real Madrid, Yugoslavia, la URSS y el New Jersey Cheiw All Stars, de Estados Unidos.

Los aficionados al baloncesto tienen en su memoria esta edición por el mate de Sabonis, qe rompió el tablero e hizo que la final se terminara. La URSS se llevó la copa.

Arvydas Sabonis machaca el aro en el Real Madrid-URSS del Torneo de Navidad de 1984.

Los merengues tenían deudas que saldar con los hermanos Petrovic, pero Drazen, el genio, el demonio de Sibenik no participó esta vez. Los balcánicos sucumbieron ante el Real Madrid por 107 a 91 en el pabellón de la Ciudad Deportiva del Real Madrid, que se llenó.

Por su parte, la Unión Soviética del mítico entrenador Gomelski se plantó en el partido decisivo con todas sus estrellas. Así, se presentó con Sabonis, Bellosteni, Iovaisha, Khomitchius, Valters, Tarakanov, Kurtinaitis… Buenísimos jugadores. Los pivots, verdaderos armarios empotrados, en los que destacaba un joven: Sabonis, muy grande, pero con mucha agilidad y calidad técnica.

El choque que decidió el torneo enfrentó al combinado nacional rusos y al Madrid el día 26 de diciembre de 1984. El partido fue vibrante. Biriukov fue el jugador del Real que más puntos anotó (16) y Fernando Martín le acompañó con 14 puntos. Por parte de los rusos, Yovaisha se fue al vestuario con 25 puntos en el zurrón, mientras que el veinteañero Sabonis metió 24 puntos.  

Drazen Petrovic no estuve presente en la edición del torneo del año 1984

EL MATE DE SABONIS

El lituano con una sola acción hizo que la edición de 1984 pasara a la historia. Ocurrió a escasos minutos del final y con 78-90 a favor de los soviéticos.  La jugada empezó en el campo ruso a falta de dos minutos y medio para que terminara el partido. Los invitados del telón de acero circularon la pelota, la ayuda al pase sobre Sabonis llegó tarde y el zar lituano, defendido de primeras por Wayne Robinson, no fue bien marcado por el jugador que fue al rescate. De espaldas al aró, su majestuosa figura agarró la pelota, se giró, botó, encaró el aró y la metió para abajo ante la oposición inútil de Fernando Romay y del valiente Alfonso del Corral, escolta, mucho más bajo que su oponente, que intentó, sin éxito,  obstaculizar la canasta. De repente, el tablero,  de cristal, se hizo frágil ante la caricia del pivot de la URSS. Estalló. Las cámaras de Televisión Española (TVE) recogieron cómo el tablero aún temblaba por el impacto del mate de Arvydas Sabonis. Los árbitros del encuentro detuvieron el mismo.

Los jugadores se refrescaban y secaban el sudor. Estaban a la espera, pero no había canasta de repuesto, así que el partido se dio por finalizado por parte de los colegiados.

arvydas Sabonis rompió el tablero de cristal al hacer un mate

LA LIGA EUROPEA

Los jugadores recogieron los  trofeos después de que se barriera el desaguisado que causó Sabonis. El ruso dejó su selló. Pasaron unos años hasta que recaló en las filas del baloncesto  español. Lo hizo en Valladolid, en el Fórum. Después lo fichó el Real Madrid, al que llevaría a lo más alto: al título de la Liga Europea (1995). Lo hizo de la mano de un maestro, el técnico serbio Željko Obradović. Sabonis determinó el juego  del Madrid. Sus rodillas llegaron ya muy castigadas al Madrid y los blancos jugaban al límite de la posesión. La consigna era clara: juego lento y balón a «Sabas». Si el zar recibía, casi seguro era canasta, falta o las dos cosas y, por tanto jugada de dos más uno (con el tiro libre extra).

El ex presidente Ramón Mendoza dejó el Madrid con la satisfacción de haber traído al club a dos de los dos mejores jugadores de la historia del baloncesto mundial: Drazen Petrovic y Arvydas Sabonis. No pudo cumplir su sueño de que estuvieran en la cancha jugando al mismo tiempo con la camiseta del Madrid, eso sí. Habría sido muy complicada esa convivencia dentro y fuera de la pista. Por los ego y porque o se jugaba para Sabonis o se jugaba para Petrovic. Ahí sí que solo podía quedar uno.


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