El uso de la telemedicina se ha disparado durante la pandemia, convirtiéndose en una cómoda alternativa a las visitas en persona. Acceder a una consulta con un médico online ha pasado de ser un hecho casi insólito para convertirse en una rutina de lo más habitual.
No cabe duda de que la telemedicina puede ofrecer a los pacientes un mejor acceso a la atención y los servicios preventivos, así como una experiencia digital integrada. Se trata de un avance bienvenido, tanto para los pacientes como para los médicos.
Ventajas de la medicina virtual actual
La telemedicina es una herramienta clínica que puede ayudar a mejorar la calidad de nuestro sistema sanitario: mayor eficiencia, atención inmediata y comodidad para los pacientes con dolencias leves e impedimentos físicos.
Además, está comprobado que la telemedicina reduce las visitas a urgencias y las listas de espera, facilita el acceso a los especialistas y ayuda a los pacientes con enfermedades crónicas a tratarse de sus dolencias sin necesidad de realizar innumerables visitas a la consulta del médico.
Por último, la tecnología facilita la integración de farmacias y laboratorios, reduce los costes y disminuye la saturación de los servicios de salud de atención primaria y de expedición de recetas.
¿Qué hará por nosotros la telemedicina a corto plazo?
A largo plazo, está claro que los avances serán de tal calado que incluso podrán realizarse muchas pruebas médicas sin necesidad de acudir a un centro sanitario e incluso sin salir de casa. Pero pensemos en un futuro cercano, a no más de tres o cuatro años vista:
Reducirá notablemente la exposición a todo tipo de enfermedades contagiosas
La generalización de la telemedicina facilita las consultas sin contacto, lo que significa que los médicos no necesitan ponerse en riesgo ni a ellos mismos ni a otras personas. Si un paciente cae enfermo, una cita virtual puede ser suficiente para proporcionarle asesoramiento, citas para hacerse pruebas y una prescripción medicamentosa.
Ayudará a los pacientes más vulnerables y los de las zonas rurales alejadas
Hay millones de ancianos y adultos discapacitados vulnerables que tienen serias dificultades para desplazarse. Con una telemedicina óptimamente desarrollada, todas las puertas se abrirán para ellos.
Lo mismo puede decirse de quienes residen en zonas rurales muy alejadas o de difícil acceso.
Personalizará al máximo los tratamientos médicos
La telemedicina actual se basa casi exclusivamente en las consultas virtuales, pero la tecnología puede ir mucho más allá de las videoconferencias e incluir la aplicación de soluciones de atención 100 % personalizadas.
Por ejemplo, se pueden enviar recordatorios automáticos de prescripción a los pacientes con pérdida de memoria, asegurando que tomen la cantidad correcta de medicación en el momento adecuado o desarrollar formas de administrar dosis y combinaciones de medicamentos que tengan en cuenta la composición genética y biológica de los pacientes.
Por lo tanto, no debería caerse en la tentación de pensar que la atención médica virtual ha de ser un simple apoyo para el óptimo funcionamiento de los servicios sanitarios, sino que debe contemplarse como el pilar sobre el que se sostengan los mismos en el futuro.