La industria de la automoción está viviendo un momento de revolución en el sector. La antigüedad del parque automovilístico y los pasos que se están dando para que el 100% de los vehículos sean eléctricos y conectados están haciendo que los grupos aceleren sus áreas de investigación. Ahora, las marcas quieren dar un paso más y hacerse con el liderazgo del coche autónomo.
China sigue siendo la líder en la implantación de este tipo de vehículo. Desde mayo de este año en Pekín están disponibles los taxis autónomos puestos en marcha por la empresa Baidu. Apollo Go Robotaxi es el primer proyecto real que está disponible en el Shougang Park de la capital.
Este coche funciona a través de un código QR. El usuario pide el taxi a través de la app Apollo Go, desde la que podremos localizar la posición del coche. Una vez dentro, el coche sólo arrancará cuando los pasajeros estén con el cinturón de seguridad abrochado y las puertas correctamente cerradas.
Este vehículo funciona sin que ninguna persona ocupe el lugar del conductor para supervisar el funcionamiento. Sin embargo, el coche está conectado a un sistema remoto por 5G a través del cual los operarios de la compañía podrían intervenir sobre el vehículo en cualquier momento.
Seat ha puesto en marcha Diana, proyecto para valorar su implantación en las vías urbanas
Pekín es la primera ciudad donde ha desembarcado el proyecto, pero el plan es implantarlo en el resto de ciudades. La elección de la capital no ha sido fortuita, todo está pensado de cara a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en 2022. Además, el país espera que para 2025, la mitad de los coches que vendan sean autónomos.
SEAT INICIA SU PROYECTO EN ESPAÑA
España también ha querido meterse de lleno en el mundo del coche autónomo. En concreto, es Seat la que está capitaneando el proyecto dentro de nuestras fronteras. La marca catalana ha puesto en marcha Diana, un prototipo para investigar sobre el coche autónomo e inteligente, y valorar cómo se podría implantar en vías urbanas.
Este proyecto forma parte de la plataforma Seat Innova y está desarrollado en colaboración con el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia. Diana ha sido creado sobre la base de un Seat León y está equipado con 5 sensores, 5 radares, 6 cámaras, 12 ultrasonidos y 8 computadoras que le otorgan una visión de 360 grados.
Al igual que pasa con Apollo Go, el pasajero puede solicitar este vehículo a través de una aplicación. El coche recibe el aviso y se pone en camino de forma autónoma. Sin embargo, a diferencia de la marcha china, sí hay un conductor supervisando el trayecto y, en caso de que fuera necesario, el coche le devuelve el control.
Por el momento, Diana está creada con tres funciones: ‘Autonomous Chauffeur’, cuando en situaciones de tráfico de baja velocidad el sistema toma el control para hacer maniobras de arranque y parada; ‘Automated Valet Parking’, para buscar una plaza libre y aparcar de manera 100 % autónoma, y ‘Summoning’, que gestiona las peticiones del usuario para ir a recogerlo y trasladarlo al destino elegido.
Hasta el momento, el coche se ha probado tanto en las instalaciones de Seat en Martorell como en un circuito urbano cerrado y controlado. Este proyecto de la insignia catalana ha conseguido una autonomía de nivel 3 en la escala de Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (ADAS), que va de 0 a 5. Según Seat, la mayor autonomía del vehículo conectado favorecerá la reducción de accidentes y retenciones de tráfico.