Cada vez son más las familias que en España necesitan acogerse al bono social térmico y al bono social eléctrico para poder calentar sus hogares o simplemente poner en marcha sus electrodomésticos. En una sociedad avanzada como la española en pleno siglo XXI, afrontar la factura energética supone un serio problema para cientos de miles de ciudadanos. Del 12% de los hogares que tenían dificultades para asumir el coste de su consumo energético hemos pasado al 20%. Las sacudidas económicas de una pandemia activa desde hace ya dos años y la sobrevenida crisis energética a causa del desajuste entre oferta y demanda del gas a nivel global ha recrudecido la situación de los más vulnerables.
Y lo peor es que esto va en aumento, ya que este año estamos peor que el pasado. A la pobreza energética, se unen las colas del hambre, o los millones de parados que ya no hacen cola en el INEM, porque los trámites se hacen de manera telemática. La población española incapaz de mantener su hogar a la temperatura considerada de confort por la Organización Mundial de la Salud (entre 18 y 24 grados) ha crecido en España de una manera más que preocupante.
A principios de este año las estimaciones de la Asociación de Ciencias Ambientales, indicaban que más del 12% de los hogares españoles tenía dificultades para pagar sus consumos y, por tanto, para acceder a una energía asequible y segura. Eso era cuando el MWh se pagaba a un precio normal y nos parecía una exageración el pico de subida, en plena Filomena, -hablamos de unos 95 €MWh-. Ahora, en el mes de diciembre, acostumbrados a pagar el MWh por encima 200 euros, incluso algunos días, a casi 300 euros, ese 12% de hogares ha pasado a ser casi un 20%.
UN INVIERNO MÁS FRÍO Y ADELANTADO
En un momento en el que el precio de la energía está por las nubes, para colmo las bajas temperaturas propias el invierno se adelantan un mes. Un nuevo frente de aire frío entró este martes por el noroeste del país, arrastrando consigo fuertes rachas de viento, lluvias y nevadas abundantes que llegan a acumular, según la zona, entre 50 y 70 cm de espesor en menos de 48 horas. Se trata de la borrasca Barra, que se ha formado por la profundización del proceso de ciclogénesis explosiva.
A 8 de diciembre, esta es ya es la segunda ola de frío que padece España en los últimos 15 días, ya que en la última semana de noviembre llegó a España la borrasca Arwen, que también trajo nevadas copiosas y una intensa ola de frío ártico.
El frío durante esta semana ha sido extremo en la mitad norte de España, precisamente la más favorecida por el mejorado bono social térmico que sufre un incremento como se anunció en el Consejo de Ministros del 26 de octubre como parte de las medidas establecidas en el Real Decreto-ley 23/2021, que regula la protección de los consumidores en materia energética, y que ya ratificó el Congreso de los Diputados.
Al tiempo que la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunciaba el ‘hachazo’ a las eléctricas con una minoración de los beneficios para las eléctricas, también informó del refuerzo del escudo social para la protección de los consumidores vulnerables. Mientras que las medidas contra las grandes energéticas se revisaron, la protección a los usuarios de energía con menos poder adquisitivo se mantiene, en forma de bono social eléctrico y bono social térmico.
BONO SOCIAL TÉRMICO
El bono social térmico es una ayuda económica directa que el Gobierno pone a disposición de los consumidores vulnerables que tienen el bono social eléctrico para que puedan afrontar los gastos en la factura de calefacción, cocina y agua caliente sanitaria (ACS). La cantidad a percibir se deberá recibir el primer trimestre del próximo año mediante un único pago, ingresado en la cuenta del usuario. El Gobierno ha destinado unos 200 millones de euros para sufragar este bono.
El bono social térmico está disponible para usuarios de cualquier tipo de fuente de energía que alimente la calefacción, ACS o cocina. El usuario podrá usar butano, propano, gasóleo y gas natural, así como fuentes de energía renovables como la aerotermia y la geotermia. En el caso del gas natural, el usuario puede tener contratada cualquiera de las tarifas de gas que ofrecen las compañías, no siendo imprescindible la Tarifa de Último Recurso (TUR).
Provincias como Soria, Ávila, León, Burgos, Teruel o Vitoria son algunas de las más frías de España y, por tanto, serán más susceptibles de beneficiarse del incremento económico del bono social térmico. En consecuencia, las comunidades autónomas más beneficiadas, por tener las temperaturas más bajas, son Castilla y León, Aragón y País Vasco.
Con estas nuevas condiciones, las personas ya favorecidas por el programa recibirán entre 35 y 124 euros para pagar la calefacción y el agua caliente, dependiendo de la zona climática en la que se encuentre su vivienda.
Además, la también vicepresidenta tercera, informó de que «de forma excepcional, los perceptores del bono térmico percibirán un cheque de 90 euros por familia para cubrir sus necesidades de calefacción». Será un pago único gestionado por las propias autonomías, aunque la financiación parte del Estado central.
BONO SOCIAL ELÉCTRICO
El bono social de electricidad, que ha visto ampliados sus beneficios desde hace unos días, supone un descuento en la factura eléctrica, de un 60% (antes era un 25%) para consumidores vulnerables y de un 70 % (antes era un 40%) para consumidores vulnerables severos que cumplan los requisitos establecidos.
Si, además, se le considera consumidor en riesgo de exclusión social, porque requiere para que los servicios sociales de una administración autonómica o local paguen al menos el 50% de la factura, no se tendrá que hacer frente a la factura eléctrica y, en caso de imposibilidad temporal para hacer frente al pago, no se podrá interrumpir el suministro eléctrico.
Además, debido a la crisis provocada por la pandemia, serán considerados consumidores vulnerables y podrán acceder a un 60% de descuento en su factura eléctrica,aquellos usuarios que estén en situación de desempleo, afectado por un Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE), o en caso de ser empresarios, aquellos que hayan visto reducida su jornada por motivo de cuidados, u otras circunstancias similares que supongan una pérdida sustancial de ingresos.
Este bono se puede solicitar por teléfono, correo electrónico, correo ordinario o fax directamente a alguna de las comercializadoras de referencia, quienes tienen la obligación de ofrecer y financiar el bono social.
UNA SITUACIÓN CRÍTICA SEGÚN CÁRITAS
Según el informe “Sociedad expulsada y derecho a ingresos” elaborado por Cáritas y la Fundación Foessa, en 2021, año y medio después del estallido de la pandemia, son ya 11 millones las personas que se encuentran en situación de exclusión social en España, es decir, 2,5 millones más respecto a su anterior encuesta de 2018.
Otra de las alertas del informe señala que, por primera vez desde 2007, las personas en exclusión severa superan los 6 millones de personas, convirtiéndose en uno de los colectivos más damnificados por el coronavirus, con un incremento de casi 2 millones de personas respecto del año 2018.
Tanto Cáritas como Cruz Roja han tenido que incrementar en los últimos meses las ayudas económicas destinadas a personas vulnerables porque eran incapaces de hacer frente a pagos básicos, como el agua, la calefacción y el suministro eléctrico.