El jamón es todo un símbolo de la gastronomía española, especialmente el jamón ibérico. Un jamón único en el mundo por sus propiedades, su aroma, su sabor y textura. Casi una obra de arte hecha comida. Por supuesto, también suele ser uno de los platos que no puede faltar en los aperitivos de esta Navidad.
Si te has decidido a comprar una pata de jamón ibérico o paletilla, deberías conocer algunos consejos para elegir el adecuado y que no te engañen, y cómo conservar este jamón en perfectas condiciones y que siempre esté como el primer día.
3¿Cómo se sirve para que esté en su punto óptimo?

El jamón ibérico, o cualquier otro jamón, se debe servir a una temperatura adecuada. Mejor si ha permanecido a temperatura ambiente durante un rato. Esto hará que mejore el sabor y aroma, ya que la grasa comienza a sudar e impregnar el jamón.
Si lo consumes sacándolo directamente de un lugar demasiado frío, como puede ser la nevera, el sabor no será el ideal. Es lo mismo que le ocurre al queso. Se tiene que dejar fuera para que el sabor cobre su magia.