El jamón es todo un símbolo de la gastronomía española, especialmente el jamón ibérico. Un jamón único en el mundo por sus propiedades, su aroma, su sabor y textura. Casi una obra de arte hecha comida. Por supuesto, también suele ser uno de los platos que no puede faltar en los aperitivos de esta Navidad.
Si te has decidido a comprar una pata de jamón ibérico o paletilla, deberías conocer algunos consejos para elegir el adecuado y que no te engañen, y cómo conservar este jamón en perfectas condiciones y que siempre esté como el primer día.
10Conservar durante un prolongado tiempo

A veces, los jamones se dejan tanto tiempo que se comienzan a secar demasiado o ponerse muy duros, pese a que se conservan bien. En esos casos, para que la conservación se pueda prolongar, lo mejor es usar un método de antaño para conservar la carne: el aceite.
Puedes cortar el jamón en trozos y sumergirlo en aceite de oliva en algún recipiente, como se hace con el queso en aceite. Esto hará que puedas aprovechar una pieza que, en principio, estaba destinada a desperdiciarse.