El coche sufre más de la cuenta en invierno. Esto es así. El frío se ha presentado como uno de los grandes adversarios para nuestros vehículos, de ahí que la preocupación por estas temporadas gélidas se lleve más al centro en lo que respecta a la mecánica y al resto de componentes que forman el mismo. Y ya no solo en lo que respecta a su cuerpo, sino a otras piezas fundamentales.
Y ahí, sin lugar a dudas, el motor es uno de los que más sufren tanto el frío como el invierno, en lo que se tiende a congelar. Es verdad que con la mejora de la tecnología la fiabilidad de estos es bastante más segura que antaño, sin embargo, siempre hay que tenerlo en cuenta. Es por esto que desde nuestro portal de MERCA2 te contamos algunos trucos para que el coche no padezca más de lo innecesario.
7Espera a que el motor y sus fluidos cojan algo de temperatura
De todas maneras, los demás fluidos del coche, motor y de la mecánica sufren las inclemencias del frío. Es por ello que cada mañana al arrancar el coche es indispensable esperar unos pocos minutos a que el motor y sus fluidos principales alcance un mínimo de temperatura, pues de lo contrario y empezar a rodar con el motor y los fluidos extremadamente fríos las daña severamente.
Esto, especialmente a todas aquellas piezas móviles del motor. Esta es una problemática que se encuentra alojada en lo que son los coches que vienen equipados con motores turbo, pues son un tipo de propulsores que necesitan la mejor lubricación posible, así que esperaremos un poco más de la cuenta hasta que el aceite alcance un poco de temperatura y lubrique correctamente este importante elemento para el motor; el agua tiene un punto de ebullición de 100 °C y el aceite tiene una temperatura de funcionamiento entre 105 y 108 °C.