Con la pandemia y el crecimiento del trabajo desde casa, han aumentado los ciberataques en todo el mundo. Desde 1988, cada 30 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Seguridad de la Información. Esta fecha fue elegida por la Association for Computing Machinery (ACM) en conmemoración al primer ataque de malware de propagación en red registrado en el mundo, que afectó al 10% de las máquinas conectadas a Internet.
La ciberseguridad es un factor fundamental para el adecuado funcionamiento de cualquier tipo de organización hoy en día. No contar con ella, podría suponer para la gran mayoría desaparecer del mapa con un único ciberataque. Por esta razón, invertir en ciberseguridad jamás será un gasto.
Decidir no protegerse y reducir la inversión en tu compañía te vuelve más vulnerable ante cualquier amenaza de esta categoría. Erróneamente se asocian los ciberataques a las grandes corporaciones, pero la realidad es que cualquier empresa se enfrenta a la posibilidad de sufrir un ataque, hasta la más pequeña. Rescatando esto último, en España el 45% de las pymes se consideran “cibernovatas”, según el Informe de Ciberpreparación de Hiscox. Un porcentaje que se sitúa por encima del dato de países europeos como Alemania (34%), Países Bajos (37%) o Francia (38%).
En España el 45% de las pymes se consideran «cibernovatas»
Pero, ¿qué es ser “ciberexperto”? Pues tener la capacidad de responder de forma rápida y eficaz a un ciberataque para asegurar la resiliencia. Esto es muy importante si tenemos en cuenta que el 45% de las pymes españolas reconoce haber sufrido algún ciberataque, porcentaje que sube hasta el 63% para las medianas compañías de entre 50 y 249 empleados.
En esa línea, las empresas son cada vez más conscientes de que la ciberseguridad es esencial para el buen funcionamiento de su negocio. Desde la más pequeña a la más grande, las inversiones en este campo son cada vez mayores. Sin ir más lejos, las pymes españolas han aumentado su presupuesto de TI en un 56%, pasando de 95 millones de euros en 2020 a 149 millones de euros en 2021, según el informe anteriormente mencionado.
A nivel europeo, los datos son más preocupantes. Así lo demuestran los datos proporcionados por la nueva Directiva NIS2. Estos muestran que el ciberdelito se duplicó en 2019 y el ransomware se triplicó en 2020. Aún así, las compañías y organizaciones europeas siguen invirtiendo en ciberseguridad un 41% menos que en Estados Unidos.
El pronóstico más reciente manifiesta que los daños causados por el ransomware podrían alcanzar los 17 mil millones de euros al acabar el año 2021, lo que multiplica por 57 los costes correspondientes a 2015. Y se estima que para 2022, las empresas experimenten un ataque de ransomware cada 11 segundos, en contraste a los 40 segundos de 2016.