• Profundidad del dibujo. Esta nunca debe ser inferior a los 1,6 mm. Para determinar si se encuentra dentro de los límites aconsejables, puedes comprobar si los testigos de desgaste ya entran en contacto con la carretera, o utilizar una moneda de un euro para averiguarlo. Si, al introducir la moneda dentro la sección dorada exterior es aún visible, la profundidad de la banda de rodadura es inferior a los 1,6 mm.
  • Desgaste irregular. Este tipo de anomalía se produce por una suspensión en mal estado o una alineación incorrecta. Si este es el caso, es aconsejable cambiar los neumáticos y llevar el coche a un taller para comprobarlo.
  • Presión errónea. La presión debe ser siempre la indicada por el fabricante. Una presión inferior provocará que la banda de rodadura aumente de tamaño y se incremente el consumo de combustible y el desgaste. Mientras que un exceso supondrá que la zona de contacto con el asfalto sea inferior, que se desgaste en exceso por el centro de la cubierta y que la adherencia se vea comprometida.