«Ya sea que estemos hablando de calcetines o acciones, me gusta comprar mercadería de calidad cuando está rebajada«. Con una frase tan corta como concisa definió Warren Buffett la inversión en valor, más conocida como Value. Su maestro, Benjamin Graham, fue el precursor de la filosofía. Aunque fue el propio Buffett el que con su éxito logró que se convirtiera en una de las ramas de la inversión más populares. Ahora, dicha doctrina parece haber vuelto, de hecho, los más firmes defensores del legado de Graham están siendo los más brillantes en el 2021.
En España, el éxito de otra figura Value y su vehículo de inversión también transformó la filosofía de inversión de muchos jóvenes gestores. Los nombres de Francisco García Paramés y Bestinver siempre serán sinónimos de gloria, tras casi dos décadas de grandes retornos. Ambos separaron sus caminos en 2014 y desde entonces no ha sido sencillo para ninguno de los dos. La peor parte se la llevo el gestor que tras lanzar una firma propia, Cobas Asset Management, a principios de 2017 había encadenado años con fuertes pérdidas. Ahora, en 2021, Paramés parece haber resucitado junto al Value.
Aunque no ha sido Paramés el nombre propio del 2021, sino dos de sus discípulos: Álvaro Guzmán de Lázaro y Fernando Bernard Marrasé. Ambos, al igual que su maestro, lanzaron una firma de inversión propia, AzValor Asset Management, con la que han logrado liderar algunos rankings de rentabilidad en España. Principalmente, sobresalen dos: AzValor Internacional con una revalorización del 42,23% y AzValor Managers que suma un +50,7%. Pese a la diferencia entre ambos, el primero tiene la firma tanto de Guzmán como de Bernard, mientras el segundo es un fondo de otros cuatro fondos Value internacionales, comparten un gusto común: el sector de la energía.
EL SECTOR ENERGÉTICO DOMINA EN EL VALUE
Hasta el punto de que prácticamente siete de las diez mayores posiciones de ambos fondos están centradas en el sector energético. Al fin y al cabo, Guzmán y Bernard llevaban años intentando sacar rédito de adelantarse a la explosión del ciclo de las materias primas, en especial, de las energéticas. De ahí, que sus dos apuestas más fuertes sean Consol Energy y Tullow Oil. La primera se dedica a la extracción de carbón térmico en EE.UU. y la segunda es una exploradora y productora de petróleo que trabaja en todo el mundo. En lo que va de año, Consol se ha revalorizado un 303%, mientras que Tullow lo ha hecho cerca de un 60%.
Por su parte, también tiene exposición al precio del gas a través de la compañía Teekay, su tercera mayor apuesta. Curiosamente, Guzmán y Bernard se salieron hace años de otra firma que lo está haciendo muy bien gracias al aumento del precio del gas y que está entre las grandes apuestas de AzValor Management: Range Resources. Además, el fondo confió en otra exploradora y productora de petróleo y gas como Bonanza Creek Energy que se llegó a duplicar en unos meses. Pero los nombres de compañías energéticas en las que confían los gestores españoles es muy amplia.
El propio Paramés lleva entre sus principales apuestas de su fondo Cobas Internacional a Golar LNG, una firma con mucho recorrido en el sector del gas. Horos Internacional, que lleva Javier Ruiz (otro nombre propio de la inversión en España) opta por seguir a AzValor y apostar por Teekay. Mientras, Hamco Global Value, que es otro de los fondos que más se revalorizan en lo que va de 2021 con un 48,9%, tiene como sus dos mayores posiciones a Peyto Exploration & Development y Gaslog Partners.
BLOCKCHAIN Y CRIPTOS MANDAN POR RENTABILIDAD
Curiosamente, y pese al buen desarrollo del sector energético, los dos mejores fondos por rentabilidad del 2021 en España esconden otro tipo de activos: tecnología blockchain y criptomonedas. A falta de un mes para cerrar el año, Alcalá Multigestión Oricalco con un 97,2% y Esfera I Value con un 64,61% son los más destacados. Ambos comparten un secreto conjunto: Galaxy Digital Holding. Se trata de una de las mayores empresas de gestión de inversiones en criptomonedas del mundo. La firma creada por Mike Novogratz debutó en la Bolsa de Valores de Toronto y espera hacerlo en la de Nueva York en 2022.
Aunque Galaxy Digital está muy presente en ambas, el líder, Alcalá Multigestión Oricalco, tiene otras dos apuestas por delante: HIVE Blockchain y Argo Blockchain. Ambas son firmas de minería de criptomonedas con una estrategia para aprovechar las energías renovables. La primera debutó en Bolsa en 2017 y posee instalaciones de centros de datos de última generación que funcionan con energía verde en Canadá , Suecia e Islandia, donde obtienen tanto Ethereum como en Bitcoin. La segunda tiene su sede y cotiza en Londres y comparte objetivos.
Por su parte, Esfera I Value tiene su exposición al crecimiento de las criptos a través de la firma MicroStrategy. La firma que lidera Michael Saylor, una cara reconocida en el mundo crypto, basa su crecimiento en dos pilares: por un lado, ofrece desarrollos y tecnología para los mineros y las transacciones en criptomonedas. Por otro lado, mantiene una tesorería muy amplia de bitcoin, lo que hace que a medida que sube de precio la moneda digital también lo hace la propia compañía. En el caso del fondo no es el único que apuesta por dicha firma, otro reconocido Value como es Numantia Patrimonio, de Renta 4, es un fiel defensor de esta forma de inversión.
¿UN CAMBIO DE PARADIGMA PARA EL VALUE?
Al final, el resumen de las posiciones más destacadas de los fondos que han triunfado este 2021 resulta curioso. Incluso todavía perturbador para muchos amantes del Value. Si bien los fondos con la filosofía que implantó Graham y continuó Buffett parecen haber renacido, los nuevos activos tecnológicos (que se consideran más growth, otra doctrina de inversión) siguen ganando en rentabilidad. Aunque quizás eso solo sea una ilusión o más bien una falta de perspectiva.
Graham y Buffett nunca pusieron fronteras a sus inversiones más allá de reconocer un activo de calidad a un bajo precio. Los gestores Value fallaron al estudiar el potencial de las firmas tecnológicas. Es más, el ‘oráculo de Omaha’ hizo de Apple su gran apuesta. Ahora, esa falta de criterio podría haber llegado a las criptomonedas. De hecho, la historia y las aspiraciones del bitcoin, como valor de refugio con una oferta limitada, es uno de los grandes baluartes de lo que defiende la escuela económica austriaca de la que el propio Paramés es un fiel seguidor. Quizás ya es hora de que los gestores den un paso más allá.