El presidente de Merlin, Ismael Clemente, ha asegurado en varias ocasiones que el precio de la compañía dista mucho de la real valoración de sus activos. De hecho, en el primer semestre de este año, el valor de la cartera de activos de la socimi ascendía a 12.893 millones de euros, un 0,6% más que respecto al cierre de 2020. Esto se debe sobre todo a la revalorización de los activos tanto logísticos como de oficinas, mientras que por otro lado los centros comerciales y los hoteles aún se devaluaron ligeramente.
Igualmente, Clemente ya ha señalado en algunas entrevistas que esta baja valoración es debida a que los analistas no ahondan en el valor real ya que se quedan en la superficie. Por ejemplo, si el ecommerce aumenta, dichos analistas lanzan la advertencia de que los centros comerciales pierden valor, lo que para el CEO de la compañía no es válido. De esta forma, se asigna un valor por debajo de lo real a los inmuebles, «cuando lo que hay que hacer es calcular el orden de magnitud correcto», según explicó Clemente en una entrevista a Okdiario.
El precio de acción de la compañía es uno de los más bajos del IBEX. Igualmente, debido a sus resultados en los nueve primeros meses del año, los principales analistas perciben un impacto positivo en la cotización de la compañía. Las mejoras operativas de Merlin permitieron un resultado positivo, así como unas buenas expectativas para final de año. Igualmente, a esto se le añade que gracias a estos resultados la compañía repartirá un nuevo dividendo de 0,15 euros por acción.
Todas las valoraciones de los analistas coinciden en que las acciones de Merlin ahora mismo están en un ciclo alcista. Sus resultados económicos en los nueve primeros meses han sido mejores de lo que se esperaba. La compañía goza de una buena y sólida posición financiera, y la ocupación en sus activos de oficinas sigue aumentando hasta el 89,4% a raíz de la vuelta al trabajo presencial.
La compañía goza de una sólida posición financiera y la ocupación sigue creciendo
OPERACIÓN CHAMARTÍN
Uno de los principales proyectos en los que está envuelta la compañía en estos momentos es la operación Chamartín, o Distrito Castellana Norte (DCN). Si bien es cierto que cuenta con una pequeña participación, de un 14,46%, y aunque Clemente asegura que en estos momentos están conformes con esa parte, el directivo no esconde que a la larga su intención es aumentar esta participación en DCN.
Igualmente, esta parte dentro del proyecto de DCN le permite no depender tanto de ella. Por una parte, por si surgen imprevistos, ya que es una inversión a 20 años vista y puede pasar cualquier cosa. Y la segunda razón es que los accionistas estén tranquilos y no haya tantos gastos.
Además, la compañía también tiene que hacer hueco en su cartera a la parte de oficinas que vendrá con la inclusión de DCN en su porfolio. De hecho, ya han superado el porcentaje que viene de las rentas de esta parte de su cartera, y supone actualmente el 51% de los ingresos del alquiler. Así, con la parte de Madrid Nuevo Norte, la compañía iría hasta el 60%, lo que implicaría una dependencia de la que Clemente no quiere ni oír hablar, ya que nunca ha querido que la compañía fuera de oficinas solamente.
Para todo esto, tendrían que deshacerse de algunos activos de su porfolio, algo a lo que el CEO de Merlin no pone pegas. Se trataría de activos no estratégicos y de menor valor en su cartera. Pero la venta de estos activos sería rentable por dos motivos: abrir hueco a futuras inversiones y no enfocarse únicamente en un segmento en el sector inmobiliario.