En cualquier pasillo de una gran superficie de venta de comidas se pueden encontrar decenas de productos guardados en plásticos: botellas de aceite, gominolas, legumbres, embutidos e incluso verduras o fruta.
Está claro que los envases de plástico están en nuestra vida y que se utilizan diariamente también en los hogares: tuppers, botellas reutilizables, dispensador de geles…
Los tenemos tan integrados en nuestro día a día que no nos paramos a observarlos. Pero un estudio en detalle de cada uno de los envases de plástico que nos rodean permite comprobar que todos ellos están cifrados con un código de identificación.
¿Qué es el código de identificación de estos plásticos? ¿Cómo identificarlo y para qué sirve? ¿Verdaderamente tiene un sentido que exista? Estas son algunas de las principales preguntas que se hacen las personas que advierten la existencia de estos códigos.
Códigos de identificación de plásticos: el DNI de los envases
Cualquier tipo de envase, sea del tipo que sea, tiene que tener un código de identificación. El objetivo es que funcione como un especie de DNI de los envases, para que en todo momento se puedan saber sus características. En este caso, el código de identificación está directamente relacionado con la posibilidad de reciclaje del envase en sí, los usos que se le puede dar al envase, etc.
¿Cómo es el código de identificación?
Antes de entrar en detalles sobre las características del código de identificación, conviene saber cómo es para poder identificarlo en los envases.
La respuesta a esto es bien sencilla. El código de identificación de los envases siempre se plasma del mismo modo: un triángulo equilátero formado por tres flechas y, en su interior, un número, que puede ir del uno al siete.
Esta numeración, que tiene origen en el año 1988, persigue distintos objetivos: por un lado, ayudar en las tareas de reciclado; además, hace fácil saber qué tipo de resina se ha utilizado para la elaboración del envase.
Los más utilizados son los que van numerados del uno al seis. Tienen usos distintos como bolsas para frituras, equipos de jardinería, tazas para bebidas calientes, bolsas de supermercado, tapas de botes, refrescos o envases para alimentos de todo tipo.
Los elementos plásticos numerados con el siete son menos comunes, están realizados con un tipo de plástico más específico, como el Nylon y en su composición incluyen muchas otras resinas y materiales que les aportan un amplio abanico de propiedades.
Es habitual que con este número vengan señaladas partes plásticas de los vehículos, frigoríficos, componentes electrónicos, etc.
Obviamente, cada uno de los números cuentan con unas características especiales y son más o menos indicados para un uso habitual. La recomendación general es apostar, siempre que se pueda, por aquellos envases que van numerados del 1 al 5, que son los plásticos más seguros y respetuosos con el medio ambiente, además de sencillos de reciclar.
Esto es lo más importante que hay que saber sobre los códigos de identificación de los plásticos, para qué sirven y cómo se deben utilizar en el día a día. Una sencilla guía para comenzar a tomar conciencia sobre lo que se está haciendo en el entorno personal, laboral e industrial.