Ikea es el rey de los vendedores de muebles, y uno de los lugares más grandes y divertidos de visitar para algunas personas. Desde coger ideas para nuestra nueva decoración, hasta perdernos para encontrar la salida, pasando por su restaurante y sus famosas pilas que por cierto, son el segundo producto más vendido que tienen; son las típicas actividades que hacemos en Ikea. Sin embargo, para otras personas, puede ser un suplicio, pues encontrarse uno en hora punta, o ver que no les cabe el mueble en casa, no es agradable.
Si alguna vez has ido a un Ikea y has tenido algunos problemas, no te preocupes, pues vamos a ver los 10 trucos para ir y no morir en el intento. Veremos cómo evitar las colas, cómo ahorrar dinero, e incluso veremos cómo puedes conseguir un café gratis en el establecimiento.
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4No te fíes de las apariencias
Cuando vemos los muebles del Ikea, parecen algo perfecto en la exposición, como si se tratase de un cuento. De este modo, muchas veces compramos algo pensando que quedará igual en nuestra casa, algo que no siempre ocurre. Los empleados de Ikea siempre se preocupan por lograr una imagen perfecta que nada se corresponde con la realidad.
Plantas colocadas de forma simétrica, sartenes impolutas, una combinación de colores digna de un decorador, tazas perfectamente colocadas… Nada de eso es real, así que no compres todo lo que veas, pues quizá, no quede tan bien en tu casa.
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