El pollo a la jardinera es uno de los platos que más gustan ahora que el frío asoma cada vez más. Una receta que no es tan complicada, muy sabrosa, con gran gusto… y que vendrá especialmente bien para los días en los que no queremos cocinar un plato muy laborioso. Por esto, y decidido como la gran tentación para mayores y pequeños, este pollo a la jardinera será una delicia en tus manos.
Hablamos de una preparación que gana enteros sobre todo para esta temporada de otoño, donde su estilo guisado le hace un gran favor al propio pollo y a sus acompañantes, que tampoco son tantos. Por su parte, la misma es una receta que es muy abierta a cambios, ya que puedes ponerle o quitarle las verduras que tú quieras. Muy práctica, desde nuestro portal de MERCA2 te la damos a conocer.
6Nos saldrá un refrito y llegará el turno del trozo de pollo
Lo importante es que dejemos que el tomate se vaya cocinando despacio. En ese momento veremos cómo se va deshaciendo. El efecto que resultará es que se terminará por cuajar. De esta forma, cuando ese tomate ya esté deshecho, lo que hará el vino blanco (si puede ser con un poquito de agua, mejor) es el que no se peguen las verduras al fondo.
Ante esto, en la misma sartén u olla que estaremos sofriendo y pochando las verduras, tenemos que echar el otro y no menos importante como ingrediente, el ajo, que es el último de todo nuestro pollo a la jardinera que nos faltaba por freír. A partir de ahí es donde hace su aparición el mismo pollo: una vez rehogado muy bien todo, colocaremos la carne antes reservado en la olla rápida y volcaremos encima el refrito que nos ha salido con nuestra mezcla.