Indra ha conseguido reducir en los primeros nueve meses del año en un 15% el consumo energético y en un 20% la generación de residuos no peligrosos de sus cuatro principales fábricas.
Estas instalaciones, localizadas en los municipios de Aranjuez, San Fernando de Henares (Mar Egeo y Guarnicioneros) y Torrejón de Ardoz, son los mayores centros de producción de la tecnológica y parte del área de Operaciones del negocio de Transporte y Defensa.
En ellas se desarrollan y producen los simuladores, radares, pórticos de peaje, máquinas de venta de billetes y control de accesos de Indra, entre otros muchos equipos, que posteriormente se exportan a todo el mundo, según un comunicado.
La firma prevé que estas fábricas, las principales consumidores de energías del grupo, se alimenten exclusivamente de energía renovable en 2023, mientras que, en la actualidad, lo hacen en un 89%.
Además, el área de Operaciones mantiene una estrecha relación y gestiona gran parte de la cadena de suministro de Indra, un elemento clave para reducir las emisiones de carbono y el consumo de recursos.
PLAN DE SOSTENIBILIDAD
Por ello, se ha diseñado para esta área un plan específico, que define las prioridades a corto y medio plazo y las acciones a llevar a cabo para mejorar el desempeño medioambiental y social.
Entre otras actuaciones, se está utilizando un proyecto de eficiencia logística para minimizar los recursos utilizados en los nueve almacenes propios y durante la operativa con ahorros de 0,85 toneladas de CO2 y 90.000 euros.
Por otro lado, se han sustituido embalajes tradicionales, como el poliuretano expandido o las cajas de cartón de un solo uso, por embalajes antiestáticos reutilizables y totalmente reciclables.
Con el objetivo de mejorar la segregación y reciclaje de materiales, también se ha mejorado la distribución en las zonas de recogida de los residuos y se están llevando a cabo campañas de sensibilización dirigidas a los empleados.
Además, se ha establecido un objetivo para incrementar el porcentaje de valorización (reutilización y/o reciclaje) de losresiduos peligrosos más contaminantes.
Asimismo, la compañía trabaja para incluir cláusulas sobre cuestiones medioambientales, sociales y de buen gobierno en sus contratos macro.
En este ámbito, el uso de vehículos híbridos sostenibles con etiqueta medioambiental ECO y el incremento del alcance de 250 a 300 kilómetros por día, con la consiguiente reducción de transportes dedicados, ha permitido incrementar un 17% la capacidad de consolidación de envíos y reducir las emisiones de CO2 derivadas del transporte un 23,8%, en comparación con el uso de vehículos diésel convencionales.