Un mecanismo idóneo para que autónomos y empresas recuperen la solvencia es la Ley de Segunda Oportunidad, por Iraola Advocatorum

Alcanzar la “deuda cero”, después de acumular pasivos mercantiles que se hayan convertido en impagables, es una meta a la que es posible llegar con la asesoría de profesionales con experiencia como los de la firma de abogados Iraola Advocatorum, especializada en el acompañamiento y asesoría integral durante el proceso de la Ley de Segunda Oportunidad para autónomos y empresas.

Además de la seriedad, la ética y la responsabilidad con la que este grupo de letrados asume cada caso, una gran fortaleza del despacho es que cuenta con la guía de Ricardo Moreno Iraola, quien es mediador concursal reconocido por el Ministerio de Justicia. Tiene una amplia trayectoria en la resolución de casos en los que los clientes obtienen considerables beneficios al acogerse a la ley sancionada en 2015, en plena crisis económica, para que tanto profesionales independientes como pymes pudieran salir a flote.

Iraola Advocatorum ofrece asesoría completa

A través de una primera consulta gratuita, tanto presencial como por videollamada, los interesados en acogerse al beneficio de la Ley de Segunda Oportunidad encontrarán un análisis exhaustivo de su situación y una propuesta de solución para retomar su camino en las finanzas. Los honorarios de los abogados serán estimados con base en la complejidad del caso, el tiempo invertido o la defensa que se haga si el proceso se extiende, siempre teniendo en cuenta las posibilidades económicas del cliente.

Particulares, autónomos y pequeñas o medianas empresas podrán optar por la aplicación de esta ley al demostrar que son deudores de buena fe, al no haber sido condenados en los últimos 10 años por delitos económicos como estafa, falsedad documental, delitos contra el patrimonio, la Hacienda Pública, Seguridad Social o contra los trabajadores. Asimismo, debe haber acumulado un mínimo de dos deudas con acreedores y que la cantidad no supere los cinco millones de euros.

Entre los requisitos para alcanzar este aliciente legal, también se exige que el deudor demuestre su estado de insolvencia o esté a punto de caer en ella, al no poder afrontar los vencimientos de cuotas pendientes, y además no haber realizado el proceso de Ley de Segunda Oportunidad.

Dos fases para solventar el endeudamiento con eficiencia

Después de estudiar el caso desde todas las perspectivas posibles, Iraola Advocatorum seguirá con el proceso cumpliendo la primera fase, definida como el preconcurso, en el que se aplican dos modalidades: el acuerdo de refinanciación, con un informe de viabilidad guiado por un experto independiente, y el intento de acuerdo extrajudicial o mediación concursal, en el que se trata de que las partes convengan pagos periódicos más extensos para saldar definitivamente la cantidad.

Si estas negociaciones no son exitosas, los abogados asesorarán al cliente en el procedimiento judicial, llamado concurso consecutivo o concurso de acreedores, cuyo objetivo es llegar a un acuerdo con los acreedores mediante la aprobación de un convenio o la liquidación del patrimonio del deudor hasta donde pueda cubrir la deuda. En caso de que resulte una cantidad pendiente, podrá ser cancelada en lo que se conoce como “exoneración del pasivo insatisfecho” o mediante la extinción de la personalidad jurídica de la empresa.

Desde las deudas sin garantías, como préstamos personales, facturas, impagos a proveedores; las deudas garantizadas, como préstamos hipotecarios o de financiación de vehículos; hasta las deudas con la Administración Pública encontrarán la solución en Iraola Advocatorum, gracias a una dirección técnica-letrada de primer nivel que permitirá a sus clientes un nuevo comienzo financiero.