El consejero delegado de Almirall, Gianfranco Nazzi, no logra dar con la tecla para revertir el deterioro de Seysara, su antibiótico estrella en Estados Unidos para combatir el acné. este medicamento se ha convertido en un dolor de muelas para la farmacéutica controlada por Jorge Gallardo.
El deterioro de Seysara es tan «grave» que ni las buenas palabras de Nazzi a los analistas han dado resultado. La compañía ha entrado en pérdidas de 39 millones de euros, muy por debajo de las expectativas del mercado. «Se esperaba un beneficio por acción en el trimestre de 0,1096 euros por título y ha obtenido 0,08%«, han explicado analistas de IG Markets consultados por MERCA2.
La compañía ha tratado de apaciguar los ánimos mejorando las previsiones
La situación se ha agravado por el «fuerte deterioro de sus activos», en concreto de 103 millones de euros desde enero, un volumen superior al acumulado en los primeros seis meses del año. De esta forma, Almirall tendrá que obrar un milagro para contentar al mercado en la recta final del año. Las previsiones apuntan por el momento a más pérdidas de cara al cierre del ejercicio.
LAS DECLARACIONES DE NAZZI NO CALMAN AL MERCADO
En la presentación ante los analistas, Nazzi ha puesto en valor el aumento de las ventas y demás resultados positivos hasta ahora. Sin embargo, el mensaje ha calado muy negativamente en la Bolsa. Las pérdidas han sido del 11%, para situarse en los 11,3 euros por título. La compañía ha sido de largo la peor de la sesión y ha reducido sus ganancias desde enero al 14%.
«La compañía ha tratado de apaciguar los ánimos mejorando las previsiones«, han destacado desde IG Markets. Asimismo, de poco ha servido que haya incrementado sus previsiones de crecimiento. Sin embargo, mientras Nazzi ponía en valor la labor de la compañía los inversores han desatado la oleada de ventas.
«Estamos satisfechos de ver que el negocio ‘core’ continúa en el buen camino, con un sólido rendimiento operativo en línea con nuestras expectativas», ha asegurado Nazzi. Según ha destacado, habrá un «excelente» impulso en el cuarto trimestre del año. Por ello confía que los motores de crecimiento de Almirall «mantendrán su sólida trayectoria».
SEYSARA TAN SÓLO LOGRA UNA CUOTA DEL 4,4% Y PRESENTA UN FUERTE DETERIORO
El consejero delegado de la compañía, fichado para dar un giro a las cuentas, especialmente en Estados Unidos, ha puesto en valor la posición de Almirall de cara a largo plazo. Para ello, ha anunciado que habrá nuevos e importantes lanzamientos, aunque aún habrá que esperar a la decisión de las autoridades sanitarias.
Según los datos aportados por compañía, Seysara ha disminuido su volumen de prescripciones desde finales del verano y su cuota de mercado es de tan solo el 4,4% del total de antibióticos utilizados contra el acné, pese a incrementar las ventas en un 40%. No obstante, la compañía ha deteriorado el valor de Seysara en 69 millones de euros, la misma registrada a cierre de junio de este mismo ejercicio. Esta pérdida de valor conllevó la dimisión de Eva-Lotta Coulter, miembro de la comisión de Dermatología, tras rendir sus cuentas semestrales, y Nazzi aún no ha dado con la tecla para levantar este resultado.
El resto del deterioro de activos corresponde a 22 millones en la cartera ‘legacy’ en Estados Unidos y otros 12 millones por la opción de compra no ejecutada sobre Bioniz.
EL LANZAMIENTO DE WYNZORA, APLAZADO HASTA 2022
Estos no son los únicos contratiempos para Almirall. Wynzora, su medicamento contra la psoriasis y aprobado en siete países europeos, no verá la luz hasta inicios del 2022, cuando las estimaciones apuntaban a finales de este mismo 2021. Por el momento se vende en República Checa, Dinamarca, Francia, Noruega, España y Reino Unido.
Con estas cifras, Almirall ha entrado en números rojos tras los beneficios de 57,1 millones de euros registrados entre enero y septiembre del pasado ejercicio. En cuanto al resultado neto normalizado, Almirall registró 61,4 millones de euros en positivo en los primeros tres trimestres del año, una caída del 17,2% al registrado en el mismo periodo del pasado ejercicio.
Pese a los números rojos, las ventas netas de su negocio ‘core’, excluyendo la contribución de AstraZeneca, subieron un 6,2% respecto a hace un año, hasta los 601,7 millones de euros. Además, el Ebitda de este negocio core ascendió en un 20,3%, hasta los 164,2 millones de euros, en este mismo tiempo, mientras que el flujo de caja alcanzó los 161,4 millones de euros, frente a los 38,1 millones de un año antes. Si bien el pasado ejercicio realizó mayores desinversiones, por valor de 47,1 millones frente a los 8,1 millones realizados hasta septiembre de 2021.
LA DEUDA SE DISPARA EN ALMIRALL
Por otro lado, Almirall ha disparado su deuda, hasta los 143,5 millones, frente a la reducción de 36,9 millones registrada a cierre de septiembre de 2020. Este fuerte incremento se debe principalmente a la emisión de los bonos senior parcialmente reducido por la cancelación del préstamo bancario. La farmacéutica emitió estos bonos por valor de 300 millones de euros, cuyo vencimiento es en 2026.
Con este montante, Almirall espera repagar el bono convertible en el próximo mes de diciembre, mientras que el préstamo bancario es de 150 millones, repagado con el efectivo disponible. El bono senior de Almirall tiene una calificación de Ba3 por parte de Moody’s y de BB- por Standard & Poor’s.
POSIBLES COMPRAS DE ALMIRALL
Almirall trata ahora de enfocar su negocio en Wynzora y Lebrikizumab. «Apoyarán las perspectivas de crecimiento futuras dentro de nuestra estrategia centrada en dermatología médica», según ha comentado al regulador bursátil.
En este sentido, espera que el cierre del año sea «sólido» por la «buena marcha de sus productos clave» y de sus recientes lanzamientos. No obstante, también ha dejado la puerta abierta a realizar nuevas compras. Almirall busca «oportunidades puntuales«, ha explicado la compañía. Eso sí, tendrá que generar «valor sostenible», para apoyar el balance y que pueda dar flexibilidad a la estructura de capital.